
Muchas veces escuchamos comentarios comparativos con nuestros  vecinos del norte. En Francia no están dispuestos a que les toquen las  pensiones y mucho menos a que la edad para jubilarse pase de 60 a 62 años. Por  algo los franceses tienen memoria y saben cuanto sacrificio costó tener estos  derechos.
Pero lo que nos llama la atención más que nada, es una  imagen. Los hijos de los trabajadores, los estudiantes de los liceos de las  barriadas de París y de otras muchas villas galas, están en el frente de lucha.  Es un aviso. Vendrán tiempos peores y hay que organizarse. La lucha de clases  existe a pesar de que muchs ideólogos del sistema nos digan que son cosas del  siglo pasado. Y ahí delante, firmes, la clase obrera de hoy es la del  mañana.
...A ver cuando aprendemos.