La actual Corporación Municipal de Sanlúcar sigue analizando los gastos del anterior mandato del Gobierno del PP y Alternativa Sanluqueña (AS), que consideran "escandalosos", para remitirlos en su día a la Fiscalía Anticorrupción, tal y como ha hecho con las facturas supuestamente irregulares de varios ejercicios económicos de la etapa popular del Ayuntamiento.
Los gastos en comilonas, copas y viajes de los años 2004 y 2005 constituyen una buena prueba de una parte de la gestión del económica del anterior equipo de Gobierno en medio de una delicadísima situación de las arcas municipales que ha ido empeorando progresivamente con los años, hasta sumar en la actualidad una deuda global que supera los 100 millones de euros, sin contar los débitos de la Gerencia de Urbanismo y las empresas públicas de la ciudad.
Los festines llaman la atención tanto por sus importes como por la frecuencia de las citas, con varias a la semana en casos como el del edil del PP Marco Antonio Caballero, que sigue siendo concejal popular en el Consistorio sanluqueño. Él solo acapara el 20% del coste total en comidas del Gobierno local de entonces.
Los gastos en almuerzos, copas y viajes se justificaban habitualmente en partidas de "gastos diversos". Pese a ello, es posible calcular aproximadamente que el coste global en ese ejercicio superó los 40.000 euros, de los cuales casi 29.000 corresponden a comidas y casi 12.000 a viajes. En cierto negocio de Bajo Guía se concentra el 30% del coste en comidas y copas. En un año lograron consumir 28,4 kilogramos de langostinos, 25 copas de whisky y 18 cubatas; por no hablar de los paquetes de tabaco y puros marca Montecristo adquiridos en ciertas ocasiones a costa también del erario público. Llegaron a pagar hasta 3.000 euros por comidas con 10 kilos de langostinos.
Fuera de Sanlúcar, en ciudades como Madrid o Sevilla, los asadores vascos eran los preferidos. El nombre del entonces edil de Economía y Hacienda, Marco Antonio Caballero, vuelve a destacar como responsable de las facturas.
El Asador Donostiarra cobró una comida para tres personas por 223,95 euros y el Mesón Txistu, otra por 191,16 euros. Los chuletones especiales de la casa y las botellas de excelente rioja no lograban completar las cuantiosas facturas de esos encuentros. Entre éstos los hay, como mínimo, curiosos, como es el caso de un viaje a Torremolinos efectuado con la finalidad de comprar un mueble de caoba para el Palacio Municipal, cuya comida correspondiente costó 203,25 euros en el restaurante Los Pescadores de la Playa.
En 2005, la cifra global de gastos de comidas y viajes es muy similar: cerca de 22.000 euros por el primer concepto y más de 15.000 por el segundo. Suman, en total, alrededor de 37.000 euros. 26,5 kilos de langostinos, 31 cubatas, 24 litros de manzanilla y 21 copas de whisky animaron las reuniones municipales en restaurantes, ventas y hoteles de postín. De nuevo, los establecimientos de Bajo de Guía aglutinan buena parte de las comidas, que llegan en algún caso a costar cerca de 1.600 euros, siendo el firmante de la factura Manuel Ramírez, el edil popular conocido por destapar en su día el 'caso Sanlúcar'. En cuanto a los viajes, cabe comprobar fácilmente que la "clase preferente" del AVE era la predilecta de los ediles viajeros. Madrid figura como el lugar de destino más común en aquellas fechas.
Corresponde al Ayuntamiento poner en manos de la Justicia los procedimientos empleados para la ejecución de estos gastos para que resuelva si existen indicios de delito. Hasta la fecha, la Fiscalía Anticorrupción los ha hallado en un puñado de facturas, la mayoría de 2003, que ha enviado a los juzgados de Sanlúcar para que determine si deben ser llamados a declarar como imputados, entre otros, el propio Caballero y el ex edil popular Rafael Rubio.
Los gastos en comilonas, copas y viajes de los años 2004 y 2005 constituyen una buena prueba de una parte de la gestión del económica del anterior equipo de Gobierno en medio de una delicadísima situación de las arcas municipales que ha ido empeorando progresivamente con los años, hasta sumar en la actualidad una deuda global que supera los 100 millones de euros, sin contar los débitos de la Gerencia de Urbanismo y las empresas públicas de la ciudad.
Los festines llaman la atención tanto por sus importes como por la frecuencia de las citas, con varias a la semana en casos como el del edil del PP Marco Antonio Caballero, que sigue siendo concejal popular en el Consistorio sanluqueño. Él solo acapara el 20% del coste total en comidas del Gobierno local de entonces.
Los gastos en almuerzos, copas y viajes se justificaban habitualmente en partidas de "gastos diversos". Pese a ello, es posible calcular aproximadamente que el coste global en ese ejercicio superó los 40.000 euros, de los cuales casi 29.000 corresponden a comidas y casi 12.000 a viajes. En cierto negocio de Bajo Guía se concentra el 30% del coste en comidas y copas. En un año lograron consumir 28,4 kilogramos de langostinos, 25 copas de whisky y 18 cubatas; por no hablar de los paquetes de tabaco y puros marca Montecristo adquiridos en ciertas ocasiones a costa también del erario público. Llegaron a pagar hasta 3.000 euros por comidas con 10 kilos de langostinos.
Fuera de Sanlúcar, en ciudades como Madrid o Sevilla, los asadores vascos eran los preferidos. El nombre del entonces edil de Economía y Hacienda, Marco Antonio Caballero, vuelve a destacar como responsable de las facturas.
El Asador Donostiarra cobró una comida para tres personas por 223,95 euros y el Mesón Txistu, otra por 191,16 euros. Los chuletones especiales de la casa y las botellas de excelente rioja no lograban completar las cuantiosas facturas de esos encuentros. Entre éstos los hay, como mínimo, curiosos, como es el caso de un viaje a Torremolinos efectuado con la finalidad de comprar un mueble de caoba para el Palacio Municipal, cuya comida correspondiente costó 203,25 euros en el restaurante Los Pescadores de la Playa.
En 2005, la cifra global de gastos de comidas y viajes es muy similar: cerca de 22.000 euros por el primer concepto y más de 15.000 por el segundo. Suman, en total, alrededor de 37.000 euros. 26,5 kilos de langostinos, 31 cubatas, 24 litros de manzanilla y 21 copas de whisky animaron las reuniones municipales en restaurantes, ventas y hoteles de postín. De nuevo, los establecimientos de Bajo de Guía aglutinan buena parte de las comidas, que llegan en algún caso a costar cerca de 1.600 euros, siendo el firmante de la factura Manuel Ramírez, el edil popular conocido por destapar en su día el 'caso Sanlúcar'. En cuanto a los viajes, cabe comprobar fácilmente que la "clase preferente" del AVE era la predilecta de los ediles viajeros. Madrid figura como el lugar de destino más común en aquellas fechas.
Corresponde al Ayuntamiento poner en manos de la Justicia los procedimientos empleados para la ejecución de estos gastos para que resuelva si existen indicios de delito. Hasta la fecha, la Fiscalía Anticorrupción los ha hallado en un puñado de facturas, la mayoría de 2003, que ha enviado a los juzgados de Sanlúcar para que determine si deben ser llamados a declarar como imputados, entre otros, el propio Caballero y el ex edil popular Rafael Rubio.