Tal como estaba previsto, la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica Política y Social de Chiclana homenajeó a los fusilados y represaliados por el fascismo. En esta ocasión y como novedad, se dispusieron para el conocimiento de los asistentes, las fotografías de los asesinados al pie de la pequeña placa existente, con los nombres de los mismos, en la fosa común del cementerio de S. Juan Bautista de Chiclana, respaldados por las banderas de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT-AIT), la tricolor de la República y de la Unión General de Trabajadores (UGT).
Ante una notoria presencia de público, alrededor de unas 250 personas y pese al fuerte calor reinante, comenzó el acto con unas palabras, por parte de miembros de la Asociación en recuerdo a los homenajeados, resaltando el mensaje de que a pesar de que las últimas personas vivas por ley de vida van yéndose, mantienen la esperanza de que las generaciones actuales y venideras continúen con la labor de las Asociaciones repartidas por todo el estado español, que no caiga de nuevo en el olvido aquellos que dieron su vida por sus ideas y por la Libertad. Se hizo también un breve recorrido histórico a través de la lectura de un manifiesto haciendo mención de la idea calculada y premeditada de los verdugos facciosos, a levantarse en armas contra todo un pueblo y sus planes de represión y de exterminio de toda oposición a su nuevo orden.
Intervinieron posteriormente varios familiares, que leyeron poemas compuestos por ellos mismos y se dió lectura de los nombres de los represaliados, que a día de hoy suman la cantidad de 87 personas y de los fusilados que se acerca a la veintena.
A continuación, y espontáneamente, se hizo mención a las madres, compañeras, esposas, hermanas, novias e hijas de los homenajeados, ya que añadido al dolor y sufrimiento por la ejecución o represión hacia sus compañeros, tuvieron que soportar los primeros interrogatorios y torturas, tanto por parte de la soldadesca franquista al entrar en la ciudad como por los falangistas locales, para a través de estos métodos poder localizar a los huidos. Soportaron purgas de aceite de ricino, fueron humilladas y exhibidas ante la plaza de abastos y un público aterrado con cortes de cabellos al cero, obligadas a trabajar trabajar como sirvientas en las casas de los vencedores por miseras monedas o a cambio de tristes mendrugos de pan y sobras de los asesinos, algunas tuvieron que atender a sus compañeros presos y no pocas los perdieron ante el pelotón de ejecución para siempre, sin dejar siquiera una triste tumba donde dejar caer sus lágrimas. Estigmatizadas por todos, aún mantuvieron el heróico esfuerzo de llevar para delante a sus hijos, e incluso de aquellos pequeños que tuvieron el infortunio de perder a madre y padre.
Finalizó el acto con la audición en silencio del poema "Desaparecidos" de Mario Benedetti, y ofrenda floral por parte de todos los asistentes al pie de las fotografías y de la placa.
Ante una notoria presencia de público, alrededor de unas 250 personas y pese al fuerte calor reinante, comenzó el acto con unas palabras, por parte de miembros de la Asociación en recuerdo a los homenajeados, resaltando el mensaje de que a pesar de que las últimas personas vivas por ley de vida van yéndose, mantienen la esperanza de que las generaciones actuales y venideras continúen con la labor de las Asociaciones repartidas por todo el estado español, que no caiga de nuevo en el olvido aquellos que dieron su vida por sus ideas y por la Libertad. Se hizo también un breve recorrido histórico a través de la lectura de un manifiesto haciendo mención de la idea calculada y premeditada de los verdugos facciosos, a levantarse en armas contra todo un pueblo y sus planes de represión y de exterminio de toda oposición a su nuevo orden.
Intervinieron posteriormente varios familiares, que leyeron poemas compuestos por ellos mismos y se dió lectura de los nombres de los represaliados, que a día de hoy suman la cantidad de 87 personas y de los fusilados que se acerca a la veintena.
A continuación, y espontáneamente, se hizo mención a las madres, compañeras, esposas, hermanas, novias e hijas de los homenajeados, ya que añadido al dolor y sufrimiento por la ejecución o represión hacia sus compañeros, tuvieron que soportar los primeros interrogatorios y torturas, tanto por parte de la soldadesca franquista al entrar en la ciudad como por los falangistas locales, para a través de estos métodos poder localizar a los huidos. Soportaron purgas de aceite de ricino, fueron humilladas y exhibidas ante la plaza de abastos y un público aterrado con cortes de cabellos al cero, obligadas a trabajar trabajar como sirvientas en las casas de los vencedores por miseras monedas o a cambio de tristes mendrugos de pan y sobras de los asesinos, algunas tuvieron que atender a sus compañeros presos y no pocas los perdieron ante el pelotón de ejecución para siempre, sin dejar siquiera una triste tumba donde dejar caer sus lágrimas. Estigmatizadas por todos, aún mantuvieron el heróico esfuerzo de llevar para delante a sus hijos, e incluso de aquellos pequeños que tuvieron el infortunio de perder a madre y padre.
Finalizó el acto con la audición en silencio del poema "Desaparecidos" de Mario Benedetti, y ofrenda floral por parte de todos los asistentes al pie de las fotografías y de la placa.
Asociación por la Recuperación de la M. Histórica Política y Social de Chiclana
(Cádiz )
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