
Por sus amigos los conoceréis. El líder de Democracia  Nacional, Manuel Canduela, posa en una de las fotografías de su  'currículum'con Alessandra Mussolini. En otra comparte un sonriente  plano medio con Jean Marie Le Pen, padrino de la nueva extrema derecha  europea. En ambas imágenes destila un aire de inequívoca satisfacción.  Gasta el mismo gesto contenido, pero a la vez emocionado, que las  'grupis' se reservan para las grandes ocasiones. «Aquí estoy -parece  decir-. Con lo mejor de cada casa».    
El partido nació en 1995 a partir de la fusión de grupos  minoritarios, entre ellos el Frente Nacional de Blas Piñar. Antes de  dedicarse a la política, Canduela era vocalista de un grupo llamado  División 250. Cuatro chicos que usaban cazadoras bómber 'alpha', botas  militares y se rapaban el pelo al cero. Cantaban: «¡Eh, negro, vuelve a  la selva, Europa es blanca y ésta no es tu tierra!». En su credo oficial  los ideólogos de DN evitan identificarse con el 'filonazismo  ilustrado'. Se definen como un partido «transversal» y «socialpatriota».  Para qué más: socialpatriota. Una curiosa variación de  'socialnacionalista', a su vez una recomposición obvia del término  'nacionalsocialista'. En cualquier caso, interpretaciones al margen,  Democracia Nacional participa de la Plataforma Euronat, auspiciada por  el 'maestro' Le Pen y que abarca siglas tan sospechosas como el SVP  suizo, o el NPD alemán, siempre al borde de la ilegalización. Esteban  Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia, no admite  sutilezas al respecto: «Llamar a DN extrema derecha es suavizar sus  posiciones. Son ultraderecha radical».  
A lo largo de este año, Democracia Nacional ha sentado  las bases para «comenzar la andadura de una agrupación gaditana». La  reunión inaugural, según informan en su web, «fue organizada por Jairo  Suárez, el delegado onubense de la formación, y Paulo Poyatos, fundador  de DN y miembro de la mesa nacional». Tras el encuentro, dice el texto,  «quedó nombrado como responsable de la delegación Antonio Pérez  Omister». 
 Marroquíes y Gripe A 
A Omister se le presenta así: barcelonés del 59,  residente en Cádiz, casado, padre de dos hijos y de profesión «agente  comercial del sector petróleo». Se reseña, para redondear la pieza, una  de sus conferencias. Ahí va un extracto: «Omister hizo hincapié en la  curiosa circunstancia de que el primer muerto por Gripe A en nuestro  país haya sido una súbdita marroquí, y posteriormente su hijo recién  nacido en extrañas circunstancias, con toda la alharaca mediática que le  siguió. También comentó la persecución judicial que sufrimos los  españoles en nuestra propia tierra para defender a los inmigrantes que  nos invaden». 
Más credenciales de Democracia Nacional en la provincia,  profusamente recogidas en el apartado propagandístico 'DN en Lucha', que  hace un repaso periódico de sus actividades: «Los militantes de Cádiz  volvimos a salir a la calle para llevar a cabo la campaña 'No más  delincuencia', en una zona brutalmente castigada por la inmigración  ilegal». El texto se acompaña de una foto de dos chavales pegando  carteles.  Pero la más explícita, sin duda, es esta otra iniciativa: las  juventudes de DN reparten folletos con el siguiente eslogan:  «¡Compórtate o Lárgate!». Y debajo: «Contra los altos índices de  delincuencia extranjera». Todo ello ilustrado con una 'aguda' metáfora  visual: tres ovejas blancas expulsan de una patada a una oveja negra. La  parcela protegida, evidentemente, está cubierta por la bandera  española.
 Pérez Omister opina sobre el 'problema' en una extensa  entrevista recogida en el portal de DN. Pregunta: «¿Qué esconde detrás  el proceso inmigratorio?». Respuesta: «Disolver la Nación Española en  una sociedad 'multicultural' y profundamente islamizada». Receta  económica, según el mismo teórico: «En nuestro país, la denostada  autarquía creó una cosa llamada INI (...) de la que se beneficiaban  tanto los obreros como los empresarios». Conviene recordar que el INI  fue uno de los buques insignias del Franquismo.
Uno de los responsables andaluces de DN, explica: «Él ya  no está con nosotros  por motivos personales», pero asegura que las  actividades del partido continúan en marcha. Esteban Ibarra, desde Movimiento  contra la Intolerancia, insiste: «A Democracia Nacional hay que llamarla  utraderecha. Y nos consta que está haciendo proselitismo en Cádiz,  porque todos los movimientos asociados al populismo xenófobo se han  crecido ante la crisis, saben que es el caldo de cultivo ideal para  cazar adeptos, especialmente en las zonas más castigadas por el paro».
A los hermanos pequeños del Frente Nacional de Le Pen hay  que sumar algunos bastiones clásicos, que comienzan a renovar sus  estructuras y a salir del armario, al calor del descontento general. Por  ejemplo, las juventudes de FE-La Falange  han organizado subidas al  Picacho de Alcalá de los Gazules para celebrar el Día de la Hispanidad  con una procesión de banderas preconstitucionales. Las fotos 'para el  recuerdo' todavía son accesibles en el banco de imágenes del Google, a  pesar de que desaparecieron de su web oficial.
Un veterano de FE-La Falange en la provincia defiende así  'las precauciones' habituales ante la prensa: «En cuanto se supo el  nombre del jefe provincial de las Juventudes recibió amenazas de  muerte». Las fotos de Ángel R. aparecen desde entonces pixeladas en el  portal de Falange. Puede que sea uno de los encapuchados que colgaron  una bandera, adornada con el yugo y las flechas, en un puente cercano a  Delphi, «en solidaridad con los obreros despedidos».  
 La otra facción de Falange (FE de las JONS), celebra hoy  su asamblea nacional. También DN aprovecha el 20 de noviembre para  reunir su mesa en Madrid. A ambas citas acudirán, según portavoces  nacionales, representantes de Cádiz. El objetivo: «Que la sociedad  despierte y nos descubra como alternativa». 
