viernes, 14 de agosto de 2015

Empieza la cuenta atrás: ¡ No al Toro de La Vega !



Regresa un año más la polémica con el tradicional festejo del Toro de la Vega, en Tordesillas (Valladolid), una "celebración" retrograda de origen medieval en la que lanceros a pie y a caballo acuden para matar a un toro. 

El artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, aprobada por la ONU en octubre de 1978, dice: "Ningún animal será sometido a malos tratos ni actos de crueldad. Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia". El concepto de maltrato animal abarca, pues, todas aquellas acciones de violencia infringidas por el hombre a otros animales con ensañamiento y "de manera injustificada".

Junto a conductas abiertamente brutales, como el ahorcamiento de los perros de caza cuando dejan de ser útiles, conviven otras que se considera que cumplen un fin social, como el uso de animales en docencia, investigación y experimentación, o para la producción y consumo humano. En España, la legislación regula y permite, además, espectáculos protagonizados por animales, como las corridas de toros, los encierros y otras "fiestas tradicionales."

Aunque no existen datos oficiales, organizaciones como Ecologistas en Acción calculan que alrededor de 60.000 animales son utilizados entre los meses de marzo y septiembre como plato fuerte en las fiestas populares de muchos pueblos españoles. Además de las corridas de toros, las calles, plazas y campos de estos pueblos son lugares para encierros, "toros de fuego", toros ensogados, carruseles de ponis, corridas de gansos... En cuanto al número de festejos, los cálculos anuales oscilan entre los 3.000 —según el Observatorio Justicia y Defensa Animal— y los 16.000 —según la Fundación para la Adopción, Apadrinamiento y Defensa de los Animales. En muchos de estos festejos "tradicionales", algunos considerados fiestas de interés turístico, se provoca a los animales sufrimiento, estrés y nerviosismo, y en algunas ocasiones su muerte.

Las competencias, tanto de protección de los animales como de los festejos, pertenecen a las administraciones autonómicas y locales, y no existe una unidad de criterio. La primera comunidad que prohibió los espectáculos sangrientos con animales en "peleas, fiestas, espectáculos y otras actividades que conlleven maltrato, crueldad o sufrimiento" fue Canarias, en 1991. No obstante, la ley aprobada permitió, por tradición, las peleas de gallos. Extremadura, por su parte, prohíbe los toros ensogados y embolados—con fuego—, y Cataluña prohibió las corridas de toros en 2010. 


En Castilla y León están permitidos los festejos con más de 200 años de tradición, y en Cataluña y Madrid están prohibidos los toros de fuego y toros embolados. El País Vasco también ha impedido mediante decreto el maltrato de animales en los festejos. 

El Código Penal castiga desde octubre de 2004 con sanciones de tres meses a un año de cárcel el maltrato de animales domésticos, una categoría que no incluye a los toros, las aves de cetrería y los animales exóticos o silvestres. Es inaceptable que este tipo de festejos se justifiquen y mantengan apelando a su supuesto carácter tradicional. Para los defensores de estas tradiciones, las fiestas son parte de la cultura y de la historia, y un lugar común para las distintas generaciones de las poblaciones en las que se celebran. Las más polémicas Entre los cientos de festejos populares que se celebran en España con animales, la inmensa mayoría tienen al toro como elemento central. En otros el protagonismo se lo llevan diversas especies como gansos, gallos, pavos o burros. 

Estos son los "espectáculos" más polémicos: 

Toro de la Vega (Tordesillas, Valladolid). El toro es conducido al campo donde jinetes a caballo se enfrentan al animal con lanzas hasta matarlo. La persona que consigue darle muerte regresa a la localidad con el rabo del toro prendido en su lanza. Se celebra el primer domingo después del 8 de septiembre y está declarado fiesta de interés turístico. 

Toro de San Juan (Coria, Cáceres). Fiesta basada en una leyenda medieval, según la cual cada año, en las fiestas de San Juan, un joven elegido entre los mozos del pueblo era corrido por las calles con dos navajas como única defensa, en un macabro espectáculo que acababa con su muerte, hasta que otro joven consiguió que un toro ocupase su puesto en el juego. En nuestros días se suelta un toro en el recinto amurallado de la localidad, donde los vecinos le lanzan dardos con cerbatanas durante horas hasta que el toro agoniza y es rematado de un disparo. La fiesta está declarada de "interés turístico". 


Toros ensogados o enmaromados. 

Fiesta típica en diversas regiones (Castilla y León, Aragón, Navarra, La Rioja), y que consiste en correr a un toro con las astas atadas a una maroma sujeta por los mozos. La más famosa es la que cada año tiene lugar en Benavente (Zamora). Está declarada de interés turístico regional. Toros embolados. El festejo consiste en poner un artilugio en los cuernos del toro, donde se colocan unas bolas ardiendo, lo que provoca el terror en el animal, que corre desorientado, intentado zafarse del fuego. 

El toro embolao más famoso es el "Toro Júbilo", que se celebra en noviembre en Medinaceli (Soria). Los espantes de Fuentesaúco (Zamora). La fiesta tiene su origen en una reivindicación social de los vecinos del pueblo que, deseosos de participar en la diversión, espantaron a los toros que eran dirigidos a la plaza para ser lidiados. En la actualidad se celebra en un prado cercano al pueblo, donde la manada será conducida por caballistas hacia un grupo de personas, "espantadores", que ahuyentarán las reses hacia otro grupo colocado en frente de estos. Tras los "espantes" las reses se dirigen hacia el pueblo, donde se celebra un encierro urbano. 

Encierros por el campo. 

Muy populares en diferentes localidades de Guadalajara. Los más conocidos se celebran en Brihuega, Mondéjar o Sacedón. Los toros son perseguidos en campo abierto con caballos, aunque también participan coches, tractores y motocicletas. Suelta de patos de Sagunto (Valencia). Tras un lanzamiento masivo de patos al mar, los participantes recogen a los animales desde el agua. El Ayuntamiento dice que quiere "reducir esta práctica", y argumenta que ha modificado la normativa para evitar multas. Entidades animalistas denuncian que los patos sufren "estrés, angustia y miedo".

...Todos los años en el pueblo de Tordesillas un pueblo entero presencia como un toro es perseguido por mas de 1000 salvajes que lo persiguen por kilómetros mientras lo van acribillando con lanzas hasta matarlo.

Esto se llama ''Torneo del Toro de La Vega''. Se le dice así porque el animal según su juego criminal debería morir en el sitio llamado ''La Vega''.


EL TORO DE LA VEGA ES UNA DE LAS FORMAS MAS TERRIBLES DE LA TAUROMAQUIA. TERMINANDO CON ESTA TRADICIÓN CRIMINAL LE DAREMOS A LA TAUROMAQUIA UNA DE LAS BAJAS MÁS IMPORTANTES EN LA HISTORIA.