Julio de 1936 la CNT y la FAI están en las calles. Y en las calles, sólo se oye una consigna, que se pinta en las paredes, en los coches, en los taxis, en los tranvías, a la entrada de los cuarteles en manos de los militantes confederales, en las fábricas y mercados, que las bocinas repiten sin cesar, que la gente vitorea en todas partes “¡CNT!¡CNT!¡CNT!”, éstas siglas, como un nuevo ¡Ábrete, Sésamo! permiten acceder a todas partes, son ahora salvoconducto y refugio.