El sitio arqueológico ha sido descubierto en el campo de Sobibor, Polonia. Las cámaras había sido ocultadas por los nazis bajo el asfalto de una carretera. Sobibor vivió un motín de presos en 1943, año en que los nazis lo abandonaron.
Un equipo de arqueólogos ha descubierto, bajo lo que fuera el campo de exterminio nazi de Sobibor, emplazado en Polonia oriental, los restos de las cámaras de gas donde se estima que un cuarto de millón de judíos fueron asesinados. La excavación arqueológica (fruto de la colaboración de varias instituciones (entre ellas el Instituto Yad Vashem) se realizó debajo de una carretera que ocultaba las ruinas de lo que fueron las cámaras (se han encontrado hasta ocho), y que el ejército de Hitler trató de ocultar justo antes de abandonar el recinto en 1943, después de producirse un levantamiento de los presos, 600 de los cuales lograron huir, aunque la mayoría fueron detenidos y asesinados. El descubrimiento servirá, según los historiadores que integran el equipo, para precisar el número de víctimas que fallecieron a causa del gas letal. "Estamos sorprendidos del tamaño de las construcciones y lo de bien conservadas que están las paredes de las cámaras", aseguran sus descubridores, citados por el diario británico The Guardian. Los arqueólogos han explicado que, entre los efectos personales encontrados en el yacimiento, ha aparecido un anillo de boda con una inscripción en hebreo. Los historiadores aseguran que, debido a que los nazis arrasaron cuando abandonaron su propio campo y también al escaso número de supervivientes del campo que han relatado su vida en él, hay menos información de Sobibor -conservado y visitable hoy como lugar de memoria- que de otros lugares similares de la geografía concentracionaria.