".. En la CNT se ha enquistado una
banda de señorit@s cuyo único propósito es vivir de la misma y
aprovecharse y usurpar el patrimonio de la misma. Y visto lo visto, diré
lo que digo siempre, ¿por qué no nos dejan en paz y se hacen una
organización desideologizada y a medida de sus miserias e intereses...? "
Mucho ha llovido desde que decidí ingresar en la CNT porque mi forma de hacer y entender la sociedad que nos envuelve coincidía con ella. Tuve la suerte de conocer a hombres y mujeres que lo eran en el más grande y amplio sentido humano de la palabra.
Contrariamente a otr@s compañer@s de aquellos momentos yo no los rehuía, y no lo hacía porque para mí no eran batallitas lo que nos contaban, sino experiencias de vida y lucha de un pueblo que a pesar de una guerra llevó a la práctica la única Revolución Social llevada por los de abajo, l@s trabajadoras/es, l@s pobres, en una palabra, los desheredados, por todos los poderes, de la Tierra.
Una de las muchas conclusiones que 40 años de militancia me han aportado, es que desde la legalización de nuestra Organización, la CNT, prácticamente hemos consumido los mismos siempre en la trinchera, siempre enderezando los entuertos que tod@s aquell@s que, desde dentro, pero que ideológicamente estaban fuera, han intentado hacer cambiar la idiosincrasia de la CNT. Much@s han sido los que han venido y han acabado marchan do tras no conseguir sus propósitos de reformar a la CNT según sus parámetros.
Pero, cuarenta años después del resurgimiento de la CNT, seguimos en la misma dinámica, sólo que en estos momentos la situación es más grave. Ahora nos encontramos que la CNT está controlada por un grupo, o grupos, que desde los dos últimos congresos, y desde los comités, está imponiendo unas dinámicas y unas formas de hacer que son totalmente contrarias al anarcosindicalismo de la CNT.
El 25, 26 y 27 de noviembre de 2016 celebraron en Bilbao el Congreso de refundación (al que hasta la Vanguardia le dio cobertura, cosa rara), de un organismo vivo, como es la AIT. Al mismo han asistido dos secciones expulsadas de la misma por presentarse a las Elecciones Sindicales, así como una parte de la CNT francesa (CNT Vignoles), expulsada por los mismos motivos, y una escisión de ella misma; también había trabajadores expulsados de la Sección inglesa, la Sección brasileña, etc. Me ha extrañado que no hayan invitado también a la CGT española, muy amiga de la CNT Vignoles.
Hay que decir que la idea de refundación de la AIT lo sugiere la CNT después de abandonar la AIT, a la que no cotizaba desde el año 2015, una decisión que se toma en una Plenaria Nacional y no en un Congreso.
Contrariamente a otr@s compañer@s de aquellos momentos yo no los rehuía, y no lo hacía porque para mí no eran batallitas lo que nos contaban, sino experiencias de vida y lucha de un pueblo que a pesar de una guerra llevó a la práctica la única Revolución Social llevada por los de abajo, l@s trabajadoras/es, l@s pobres, en una palabra, los desheredados, por todos los poderes, de la Tierra.
Una de las muchas conclusiones que 40 años de militancia me han aportado, es que desde la legalización de nuestra Organización, la CNT, prácticamente hemos consumido los mismos siempre en la trinchera, siempre enderezando los entuertos que tod@s aquell@s que, desde dentro, pero que ideológicamente estaban fuera, han intentado hacer cambiar la idiosincrasia de la CNT. Much@s han sido los que han venido y han acabado marchan do tras no conseguir sus propósitos de reformar a la CNT según sus parámetros.
Pero, cuarenta años después del resurgimiento de la CNT, seguimos en la misma dinámica, sólo que en estos momentos la situación es más grave. Ahora nos encontramos que la CNT está controlada por un grupo, o grupos, que desde los dos últimos congresos, y desde los comités, está imponiendo unas dinámicas y unas formas de hacer que son totalmente contrarias al anarcosindicalismo de la CNT.
El 25, 26 y 27 de noviembre de 2016 celebraron en Bilbao el Congreso de refundación (al que hasta la Vanguardia le dio cobertura, cosa rara), de un organismo vivo, como es la AIT. Al mismo han asistido dos secciones expulsadas de la misma por presentarse a las Elecciones Sindicales, así como una parte de la CNT francesa (CNT Vignoles), expulsada por los mismos motivos, y una escisión de ella misma; también había trabajadores expulsados de la Sección inglesa, la Sección brasileña, etc. Me ha extrañado que no hayan invitado también a la CGT española, muy amiga de la CNT Vignoles.
Hay que decir que la idea de refundación de la AIT lo sugiere la CNT después de abandonar la AIT, a la que no cotizaba desde el año 2015, una decisión que se toma en una Plenaria Nacional y no en un Congreso.
Como vemos la dinámica interna de la CNT la están haciendo cambiar a marchas forzadas. Cada vez se toman acuerdos más contrarios a su forma de ser y hacer. Ahora se han aprobado dietas y kilometraje por asistir a las reuniones de la misma. Cuando he comentado esto con otr@s compañer@s nos hemos mirado con sorpresa y estupor, pues casi siempre, si no es que el com- pañer@ al que enviábamos de delegad@ estaba en el paro, nunca pasábamos los gastos por haber asistido a una reunión confederal. Qué diferencia con nuestr@s compañer@s mayores, que hasta se llevaban la comida, para luego aportar a la or ganización si se ponía la manta al final.
En la CNT se ha enquistado una banda de señorit@s cuyo único propósito es vivir de la misma y aprovecharse y usurpar el patrimonio de la misma. Y visto lo visto, diré lo que digo siempre, ¿por qué no nos dejan en paz y se hacen una organización desideologizada y a medida de sus miserias e intereses? ¿Por qué no se marcharon cuando otros como ellos montaron la CGT? Se habrían ahorrado trabajo dentro de la CNT y ahora estarían en una organización más vendida al sistema, aunque se autodenominen anarcosindicalistas, que ya tiene cierto predicamento dentro del mundo del trabajo.
Pero creo que no lo hicieron porque hay algo que le habría impedido estar dentro, que no es otra cosa que su afán de protagonismo, y en la CGT siempre ha habido pugnas por el protagonismo, pues en la misma ha habido reuniones tensas entre ell@s, como ha ocurrido alguna en Barcelona, que hubo pugnas porque para ir a Madrid, unos iban en avión, otros en tren y otros tenían que ir en coche, y me consta que en dicha reunión un afiliado rompió el carnet, les dijo de todo y se marchó. ¿Acabará ocurriendo esto en la CNT ahora que se han empezado por el kilometraje y las dietas? El tiempo lo dirá. Pero esperemos que no. Hemos de conseguir exterminar este reformismo, que se han instalado en la CNT. Hay que desenmascarar a tod@s est@s que hoy imponen sus criterios.
No es hora de abandonar la CNT, es la hora de resistir y de volver a dar a los Principios, Tácticas y Finalidades su esencia anarcosindicalista. Nunca jamás se nos habrá oído decir que los mismos son inamovibles e intocables, pero una cosa es adaptar los métodos de lucha en cada momento, pero manteniendo su esencia anarcosindicalista, y otra muy distinta es hacer de los mismos un arma para instalar el reformismo dentro de la Organización para llevarla por caminos que nada tienen que ver con ella misma. Hay que dar la vuelta a esa pendiente resbaladiza por la que la CNT lleva deslizándose hace tiempo.
Así que, compañer@s, a seguir atrincherad@s en nuestras convicciones y a no dejar el rumbo del barco confederal en las manos de los que ahora gobiernan el timón de la CNT. Hemos de demostrar que la Organización que, en herencia, nos legaron nuestr@s compañer@s ya desaparecidos sigue siendo la mejor herramienta de lucha, mientras no nos demuestren lo contrario, para l@s trabajadoras/es.
En la CNT se ha enquistado una banda de señorit@s cuyo único propósito es vivir de la misma y aprovecharse y usurpar el patrimonio de la misma. Y visto lo visto, diré lo que digo siempre, ¿por qué no nos dejan en paz y se hacen una organización desideologizada y a medida de sus miserias e intereses? ¿Por qué no se marcharon cuando otros como ellos montaron la CGT? Se habrían ahorrado trabajo dentro de la CNT y ahora estarían en una organización más vendida al sistema, aunque se autodenominen anarcosindicalistas, que ya tiene cierto predicamento dentro del mundo del trabajo.
Pero creo que no lo hicieron porque hay algo que le habría impedido estar dentro, que no es otra cosa que su afán de protagonismo, y en la CGT siempre ha habido pugnas por el protagonismo, pues en la misma ha habido reuniones tensas entre ell@s, como ha ocurrido alguna en Barcelona, que hubo pugnas porque para ir a Madrid, unos iban en avión, otros en tren y otros tenían que ir en coche, y me consta que en dicha reunión un afiliado rompió el carnet, les dijo de todo y se marchó. ¿Acabará ocurriendo esto en la CNT ahora que se han empezado por el kilometraje y las dietas? El tiempo lo dirá. Pero esperemos que no. Hemos de conseguir exterminar este reformismo, que se han instalado en la CNT. Hay que desenmascarar a tod@s est@s que hoy imponen sus criterios.
No es hora de abandonar la CNT, es la hora de resistir y de volver a dar a los Principios, Tácticas y Finalidades su esencia anarcosindicalista. Nunca jamás se nos habrá oído decir que los mismos son inamovibles e intocables, pero una cosa es adaptar los métodos de lucha en cada momento, pero manteniendo su esencia anarcosindicalista, y otra muy distinta es hacer de los mismos un arma para instalar el reformismo dentro de la Organización para llevarla por caminos que nada tienen que ver con ella misma. Hay que dar la vuelta a esa pendiente resbaladiza por la que la CNT lleva deslizándose hace tiempo.
Así que, compañer@s, a seguir atrincherad@s en nuestras convicciones y a no dejar el rumbo del barco confederal en las manos de los que ahora gobiernan el timón de la CNT. Hemos de demostrar que la Organización que, en herencia, nos legaron nuestr@s compañer@s ya desaparecidos sigue siendo la mejor herramienta de lucha, mientras no nos demuestren lo contrario, para l@s trabajadoras/es.
Salud y un abrazo en la anarquía
Artículo de Rafael Sánchez García
Revista Orto n º 183