jueves, 20 de octubre de 2011

Amor y Rabia, nuevo grupo de la Federación Anarquista Ibérica (FAI)


Todo comienzo es, qué duda cabe, cuanto menos esperanzador. Este, en innumerables casos, está concebido por altas dosis de euforia y pasión; y en nuestro caso sobre todo de lo segundo.

Nos presentamos. Somos el Grupo Anarquista Amor y Rabia él cuál ha nacido del vínculo de afinidad y afecto que se han establecido entre lxs que antes eramos miembros del Grupo Anarquista Nosotros (FIJA) y el Grupo Anarquista Columna de Hierro (FAI).
Nuestro grupo comenzó a cristalizarse a partir de que comprendimos que entre nosotrxs mismxs nació ese misterioso vínculo fraterno que antaño unía a mujeres y hombres de todos los rincones del plantea.

Nuestra unión, nuestro compromiso, es el de las ideas, el de la moral que se siente segura y se reafirma en lo colectivo, en la universalidad de la ética humana.
Y que no se asuste quién, cuando hablamos de esta manera, nos escuche llamarnos anarquistas. Somos anarquistas, sí, porque no tenemos nombre. Porque aunque asumamos orgullosamente la innigualable exhuberancia de todas las aptitudes y carencias del individuo, seguimos siendo otrxs más que entregan cada segundo de sus vidas a unas ideas escalofriantemente bellas.
Y siendo anarquistas -sin llamarnos ni “tú”, y muchos menos “yo”, sino siempre “nosotrxs”- nos maravillamos de las posibilidades que el azar natural ha entregado al humano para vivir en armonia con el resto de seres sintientes.

Si algo creemos fervientemente que identifica a nuestro grupo son dos cosas: la creencia en que el individuo moral tiene plena capacidad para cambiar radicalmente la existencia y por otra parte, la obstinada y permanente lucha contra todo tipo de autoridad.
Como anarquistas, nuestro sentido de pertenencia es universal, si a alguien pertenecemos es a nosotrxs mismxs o a la propia Tierra que nos dio la posibilidad de existir; es por ello que renegamos de cualquier tipo de control sobre nosotrxs o sobre nuestrxs semejantes, incluso si esa misma fiscalización se disfraza de color negro.
Como consecuencia indefectible de ese universalismo, combatimos toda violencia que ejerza el propio humano para con sus semejantes: bien sean de su misma especie o de cualesquier otra.
Es por ello que en nosotrxs radica férreamente la práctica vegana y naturista: luchamos por la abolición total y sin condiciones del uso particular o comercial de animales no humanos así como por la eliminación de todos los agentes químicos que el capital usa como correa de control social.

Impregnando estas líneas con nuestra más sincera humildad -sentimiento huérfano en un mundo de egos sempiternos-, sólo entendemos como cambio puramente revolucionario y liberador, aquel que se dé desde la base, desde la unidad atómica de la sociedad: desde el individuo. Por ello nos enfrentamos abiertamente a los sofismas materialistas que pugnan por cambiar el entorno para cambiar el individuo y tanto más a aquellos que pretenden imponer la organización -consecuencia del libre acuerdo entre mujeres y hombres- a este. Únicamente entendemos ese cambio traumático del caos a la libertad mediante una titánica actividad moral en el propio individuo; debiendo asumir este,libremente, todas las ideas de equidad, libertad y felicidad que nos unen como personas. Es en este punto en el cuál lxs anarquistas jugamos un papel clave, puesto que debemos ser al menos, un ejemplo de vida y actitud respecto a los demás; sin intereses ocultos, sin añagazas, sin pretender ser vanguardistas o directores de la espontáneidad humana, sino como prolegómenos de la futura sociedad sin autoridad.

Por todo ello, desde hoy, hasta que el azar o el tiempo acabe ahogando las líneas que iremos sembrando por estos lares, nos declaramos en rabia contra las guerras, contra todxs los opresores de cualquier especie, contra jerarcas, contra egolatras y ambiciosxs, contra papas y reyes, contra políticxs y estatistas, contra militares, contra policias, contra nuestros propios prejuicios... Y prometemos amor a todxs lxs marginales, a lxs soñadorxs, a lxs oprimidxs, a indómitxs e irreverentes, a todxs sin distinción de color, a las voces que no tienen voz, a los millones que diariamente son piel o carne, a lxs sufridorxs, a lxs apasionadxs... Y, por qué no... a la Anarquía.



Grupo Amor y Rabia
FAI-IFA