Para llorar. Vladimir Putin está entre los nominados al Premio Nobel... de la Paz. Aunque parezca mentira, el presidente de Rusia, en pleno conflicto militar con Ucrania, está entre las 278 candidaturas para obtener este premio, que se entrega en diciembre de este año.
Pese a que los nominados no se conocen hasta pasados 50 años, muchos de los nombres de los aspirantes se saben porque son muchas las organizaciones que pueden realizar las nominaciones.
Este proceso comienza en septiembre, cuando el Comité de los Premios Nobel envía las cartas de invitación a los encargados de realizar las nominaciones, entre las que hay desde miembros de asambleas nacionales hasta profesores, pasando por otros premios Nobel.
Tras realizar una selección y analizar los candidatos finales, en octubre se vota la opción ganadora. La ceremonia de entrega del premio tiene lugar en diciembre en Oslo (Noruega) y no en Estocolmo (Suecia), como en el resto de los premios.
Pero, bueno, no nos extrañemos, ya que entre los "pacificos" de todos los tiempos tenemos varios ejemplos:
El candidato más sorprendente de todos, sin duda, Adolf Hitler que fue nominado en 1939, el año de la invasión de Polonia, por un miembro del Parlamento de Suecia. Otro buen muchachote que ya ejercía sus poderes dictatoriales en Italia, Benito Mussolini, fue nominado en 1935 por profesores alemanes de Derecho. No se quedó atrás el "camarada" Stalin, nominado en 1945 y en 1948 por "sus esfuerzos para poner fin a la II Guerra Mundial". Y aquí en suelo patrio, el senador español Francisco de Lastres propuso en 1917 a Alfonso XIII quién daría años más tarde su apoyo al golpe de Estado de Primo de Rivera (1923). La historia sigue sin enseñarnos nada... a algunos.