miércoles, 3 de febrero de 2016

Anarquismo ilustrado: nuestros carteles



Autor: Artel
Editor: Departamento de Orden Público de Aragón
Año: 1937

La escasez de suministros influyó tanto en las gentes, que desde el principio estas se centraron en procurarse víveres con qué subsistir, siendo habitual salir de casa con una bolsa de tela doblada, para volver con ella llena de lo que fuese, siendo habitual las largas colas, excursiones a los campos y a los depósitos de los acaparadores, que eran buscados y perseguidos.

Aparte de la preocupación por el curso de la guerra, la vida en la ciudad transcurre con las miserias de la contienda, con racionamientos, hambre, registros, acaparadores, recogida de alhajas, restricción de coches circulantes.
Por ejemplo, en la ciudad de Cartagena el 6 febrero 1937 se emite un bando de la autoridad ordenando la entrega en los bancos, de la plata que tuvieran los particulares, y también se hizo una recogida oficial y forzosa de oro, monedas y alhajas depositadas en los bancos y Montes de Piedad.

Unos meses más tarde, hubo nueva recogida de moneda de plata y cobre (perros gordos y chicos) por decreto de Hacienda, con bandos penando la ocultación de los mismos. Por lo que Cartagena quedó sin moneda fraccionaria, emitiéndose el 20 de agosto de 1937, billetes municipales de 25 y 50 céntimos.

Fueron famosas “las píldoras de resistencia del doctor Negrín”, refiriéndose a la profusa distribución de lentejas en los racionamientos.

Además se creó la cartilla familiar de abastecimiento, creando ininterrumpidas colas día y noche, con las consiguientes protestas y manifestaciones del que tiene que ir a trabajar y no puede quedarse el día entero en las colas.
Resumiendo: La escasez de los abastecimientos oficiales, las ventas clandestinas y los acaparadores de artículos de primera necesidad, marcaron y caracterizaron la vida cotidiana en la zona antifascista.