Miles
de personas abarrotaron hoy la plaza de Neptuno de Madrid en respuesta a
la tercera convocatoria de la coordinadora 25S para exigir la dimisión
del Gobierno de Mariano Rajoy y como repulsa a las 38 detenciones
realizadas por la Policía el martes y miércoles pasados tras las cargas
en que resultaron heridas 64 personas. La protesta transcurrió en
paralelo a otras similares en Portugal e Italia y a manifestaciones ante los parlamentos autonómicos o las Delegaciones del Gobierno de numerosas capitales españolas.
La concentración de la iniciativa 'Rodea el Congreso',
que se extendió la Puerta del Sol, al paseo del Prado y a otras calles
adyacentes al Parlamento, se desarrolló con tono festivo hasta que al
filo de la medianoche la Policía procedió al desalojo de la plaza, donde
la presencia de manifestantes se había visto reducida ya notablemente,
llevando a cabo algunas cargas con porras. Algunos manifestantes
respondieron con el lanzamiento de botellas y objetos y la Policía
detuvo a dos personas por desórdenes públicos. Durante los incidentes,
doce personas resultaron heridas, entre ellas un policía, y tuvieron que
ser asistidas por el SAMUR. Como en las dos ocasiones precedentes, la
protesta transcurrió con toda la carrera de San Jerónimo cerrada a cal y
canto, con dobles verjas de seguridad en ambos extremos y con varias
decenas de dotaciones policiales que controlaban el perímetro de la
manifestación. La ausencia de diputados en la cámara legislativa relajó
los nervios de todos.
El discurso de los portavoces de la coordinadora y los
constantes lemas de los congregados denunciaron lo que consideran
excesos policiales en la represión de las protestas, reclamaron que el
Ministerio del Interior depure responsabilidades y exigieron a las
autoridades que retiren todos los cargos contra los detenidos y los ocho
promotores de las manifestaciones,
estos últimos imputados por la Audiencia Nacional. De forma especial,
demandaron la retirada de los cargos por un delito contra las Altas
Instituciones del Estado contra los ocho promotores, acusación que la
titular del Juzgado número 8 de Madrid también pretende achacar a varios
de los arrestados en la protestas de esta semana.
La coordinadora 25S, a través de una furgoneta con
megafonía, también avanzó que el movimiento puesto en marcha está semana
no cejará en sus protestas hasta que logre la dimisión del Ejecutivo y
la puesta en marcha de un proceso constituyente en España. Según sus
previsiones, los próximos episodios de 'Rodea el Congreso' tendrán lugar
en breve. Van a convocar a los ciudadanos ante el hemiclo cuando el
Parlamento debata en octubre los Presupuestos de 2013, que calificaron
como los de "la vergüenza" y con el objetivo de "parar" su tramitación.
Los primeros manifestantes, solo unas decenas, se
concentraron en el final de la carrera de San Jerónimo en cuanto la
Policía cerró a las cinco y media de la tarde la doble valla que selló
todos los accesos al Congreso. La zona aún tenía un clima de normalidad,
con muchas personas en las terrazas de los bares, con una gran cola
frente al cercano Museo del Prado e, incluso, con un Rolls Royce que
esperaba a una pareja de novios en la puerta del hotel Palace, a solo 20
metros de los antidisturbios.
Poco a poco se congregaron miles de personas de todas las
edades y condiciones que cortaron el tráfico en el paseo del Prado.
Familias completas junto a punkies y okupas, 'yayoflautas' al lado de
camisetas de la 'marea verde' de los matestros o bomberos. Todos, en un
ambiente entre festivo y reivindicativo, entre banderas republicanas, de
Grecia, Islandia y de varias comunidades autónomas y pancartas de
"dimisión", "no, a los recortes" o con el lema "deuda odiosa:
referéndum". La Policía fue objetivo de la ira de muchos de los
manifestantes a la que, de forma reiterada, gritaron: "¿Dónde está el
número de placa?", "el de la porra en Navidad no cobra", "si no hay
dinero, ¿por qué tanto 'madero'?" o "¡no me pegues, soy compañero!".
La Delegación del Gobierno provocó el malestar de los
informadores cuando intentó que se marchasen las unidades móviles de
transmisión de la televisiones, aparcadas junto a la plaza, por "razones
de seguridad". Como los profesionales se negaron, los agentes dijeron
que entonces se quedaban "bajo su única responsabilidad".
Hasta el desalojo, el único incidente del día tuvo como protagonista al camarero del Restaurante Prado Alberto Casillas,
que el martes saltó a la fama al impedir que la Policía entrase en el
local tras unos manifestantes. Hoy, varios jóvenes acudieron a
felicitarle y los antidisturbios quisieron identificarlos. Casillas
intercedió por ellos y la discusión con un mando policial terminó en un
forcejeo y con el hostelero caido en el suelo con un ataque de ansiedad
del que tuvo que ser atendido por el SAMUR.