miércoles, 2 de julio de 2014

Perdiendo el norte



Como se nota que nunca has estado en el paro. Para cobrar el paro hay que tirarse un tiempecito cotizando a la Seguridad Social... y trabajar. L@s que cobran otro tipo de subsidios y mangonean son tipejos como éste, con millonarias subvenciones, ayudas con dinero de tod@s, cursos de formación, ere´s, corruptelas y toda clase de privilegios.... Puedes, muchachote,  pregúntarle a tu antecesor por qué está en la puta cárcel, a ver si así ya comprendes de una puñetera vez quienes son l@s auténtic@s parásit@s  y corrupt@s de este país.


Después de que la ultraderechista FAES planteara eliminar el salario mínimo y que la prestación por desempleo deje de ser considerada un derecho, Juan Rosell, presidente de la CEOE, ha pasado por los cursos de verano de la fundación de su amigacho José María Aznar, para criticar, a su manera, los métodos estadísticos para contabilizar el paro.

Según Rosell, "aunque tenemos Eurostat, cada país hace sus estadísticas" y las adapta "mucho a sus circunstancias". El patrón de patronos se queja de que entre el registro del servicio público de empleo y la Encuesta de Población Activa existe una brecha de cerca de un millón de empleados, lo que no le parece "del todo serio". Encima cachondeo.

Una brecha que este muchachito identifica en que "un millón de amas y amos de casa" se han apuntado a las listas del paro para ver si pueden cobrar algún tipo de subsidio. "Creen que apuntándose al paro tienen alguna oportunidad de cobrar algún tipo de subsidio", ha explicado sin rubor alguno.

En su "gloriosa" intervención, Rosell también ha apostado por reformar la negociación colectiva, a su juicio "anquilosada", y hacerlo con "valentía". "Nos queda un camino tremendo. Está anquilosada en el pasado y hay que darle la vuelta al calcetín. La culpa es tanto de los sindicatos, - suponemos que se refiere a los "sindicatos" reformistas, que tanto le gusta de acompañarse - como de los empresarios, porque no somos lo suficientemente valientes para poner un papel en blanco sobre la mesa. Tenemos algunos convenios de hace 30 años, con 200 páginas, que no entendemos, pero que seguimos firmando", ha explicado.

Pese a valorar favorablemente - faltaría más - la reforma laboral de febrero de 2012, el presidente de la CEOE ha insistido en que dicha reforma no será la última y ha señalado que los empresarios no han pedido "una vuelta de tuerca" de la misma, sino "apertura al siglo XXI". "Hemos de abrirnos al siglo XXI, porque la economía es realmente distinta y nos hemos de adaptar subsectorialmente", ha subrayado el dirigente empresarial, que se ha quejado de que "los jueces no tienen muy claro lo que pone' en la reforma laboral y "están haciendo interpretaciones de todo tipo". No se puede ser más indecente e inmoral.