Autor: Dominguez
Edita: Confederación Nacional del Trabajo. Sindicato Unico Regional de la Industria de Agua, Gas y Electricidad. Región Centro
Año: 1936
Además de adoptar ciertas actitudes formales, los carteles durante la revolución española de 1936-39, usaron determinados criterios retóricos en sus imágenes. Desde el punto de vista de la relación del mensaje con el objeto de su propaganda, la inmensa mayoría participan del régimen de la predicación pero hay, no obstante, cierto número más reducido que se sitúan en el régimen de la presentación.
Dentro de ellos es especialmente infrecuente la mera exposición: los carteles expositivos poseen un carácter básicamente informativo, dando noticias sobre ciertos datos con la apariencia de no intervenir sobre ellos; como ejemplo puede citarse aquel cartel de Benet cuya imagen era simplemente un mapa de la Confederación General de Levante de la CNT, u otro de Mauricio Amster, en el que el Ministerio de Instrucción pública anunciaba las condiciones de ingreso en el Instituto para Obreros.
La designación y la exhibición fueron procedimientos casi siempre acompañados de predicaciones de tipo metonímico o metafórico; aunque cabe incluirlos en el régimen de la presentación, son en realidad variantes predicativas en las que se designaba con precisión e insistencia el objeto de propaganda. En conjunto de entre los carteles de la guerra civil española los presentativos no llegan a un diez por ciento, el otro noventa por ciento son predicativos.
Cuando la atribución de valores prevalece sobre la presentación del objeto hallamos la propaganda predicativa. Podría hablarse de varios tipos de predicación, incluyendo la particularidad de la sinécdoque, aunque ésta también puede considerarse un peculiar procedimiento metonímico; los dos regímenes fundamentales son el metafórico y el metonímico. Muy a menudo, en los carteles de la Revolución española de 1936-1939, las metáforas suelen apoyarse en construcciones metonímicas; un curioso ejemplo sucede con este cartel anarquista "La revolución no se contiene, se encauza": la acción revolucionaria es representada por un río; detenido por una presa, es preciso romper ésta por un punto para que el agua circule por el cauce previsto, generando así toda la riqueza que encierra.
El pensamiento metafórico se desarrolló ampliamente en los carteles anarquistas; Arturo Ballester representó en los carteles libertarios a los aviadores antifascistas metamorfoseados en Ícaros revividos, al labrador convertido en Prometeo y, como nuevo rey Midas, mudó las naranjas en monedas de oro. Su hermano Vicente hizo que el pueblo español se tornara muralla, en tanto que para Sanz Miralles hizo parar a las filas fascistas con las siglas de tres organizaciones revolucionarias: CNT, AIT, FAI.