¿Cuántos parad@s hay?
Lo primero que tenemos que tener claro es el número total de parad@s: 4,2 millones según el SEPE. ¿Es esta cifra real? Si la comparamos con los datos de la Encuesta de Población Activa, mucho más fiable, esta sitúa el número de parad@s en 5,6 millones (1,4 millones más).
No obstante, ni siquiera podemos fiarnos de la EPA, pues muchos son los casos de personas que llevan tanto tiempo parad@s y están tan desesperad@s que ni siquiera buscan trabajo. Entonces, ¿cuál será la cifra real? Difícil de calcular, más aún si tenemos en cuenta la economía sumergida.
La temporalidad sigue causando estragos
Tampoco es mejor la situación en el lado del empleo. Cierto es que se han firmado 1,57 millones de contratos en mayo, un 7,86 % más internual. Sin embargo, sólo 124.605 de esos contratos fueron indefinidos (el 7,9 %). Además, los contratos a tiempo parcial representaron el 35,57 % del total.
Es obvio que la dualidad, el gran problema de nuestro mercado laboral, lejos de solucionarse va a más, e igual de obvio es que nuestr@s polític@s no han puesto su punto de mira en solucionarlo, sino todo lo contrario: apuestan por el modelo de que dos contratos de 20 horas semanales son dos puestos de empleo nuevos, y eso es lo que venden.
El sistema no protege a l@s parad@s
Sin duda, las cifras son catastróficas. ¿Hay un buen sistema de protección detrás de ellas? La respuesta es un no rotundo, pues sólo 2.23 millones de parad@s recibieron algún tipo de ayuda, contributiva o no, el pasado mes de abril (esta estadística lleva un mes de retraso). De esta forma, la tasa de protección oficial es del 53,87 %, lo que viene a decir que 1,97 millones de personas (siempre según el SEPE) están totalmente fuera del sistema y no reciben ningún tipo de ayuda.
¿De qué comen estas familias? ¿Cómo pagan sus hipotecas? Da miedo pensarlo. No en vano, a nivel comparativo no está de más recordar que en 2009, en los inicios de la crisis, el porcentaje de parad@s que percibían ayudas alcanzaba el 80 %.
Conclusiones
La situación sigue siendo una catástrofe con mayúscula si tenemos en cuenta la mala calidad del empleo que se crea y el abandono que sufren millones de parad@s. Estas personas están condenadas a la exclusión social y parece que nos da igual.
Quizás lo más triste es que much@s español@s ya han normalizado esta situación en nuestro país, cuando no es en absoluto normal. Basta con comparar las cifras con las de otros países de nuestro entorno, para comprobar que lo que pasa en España en términos de paro y empleo sólo pasa en España. En Alemania, Francia, Reino Unido o Italia, esos países con los que nos gusta compararnos, cifras como las nuestras son ciencia ficción.