El Gobierno de Finlandia pedirá a los solicitantes de asilo trabajar de forma gratuita, endureciendo así su política migratoria ante la llegada de la oleada de refugiados.
“Cuanto más tiempo estén sin hacer nada, más frustrados estarán”, así ha justificado este miércoles el ministro finlandés de Empleo, Jari Lindstrom, la decisión del Gobierno de Helsinki en torno a los refugiados.
Lindstrom ha informado además que todos los refugiados recibirán a su llegada al país europeo un paquete informativo sobre la sociedad y cultura de Finlandia, en el que se explica los derechos de mujeres y niños.
Además, ha agregado que Helsinki abordará dos veces al año la situación de los países de origen de estos refugiados y en el caso de que se aclare que la condición de vida esté mejor, cancelará sus permisos de residencia para que regresen a su patria.
“El nuevo paquete de medidas endurecerán nuestras prácticas y eliminarán los posibles factores de atracción”, ha aseverado el primer ministro de Finlandia, Juha Sipila, a este respecto.
Mientras tanto, el gobierno promete acelerar el retorno de los migrantes a los que no se les conceda el asilo, estimando que estas personas representarán cerca de dos tercios del total de solicitantes de asilo; más de 32.000 solicitantes de asilo han entrado al territorio finlandés en lo que va de 2015.
Según los últimos datos de la agencia europea para la gestión de las fronteras, Frontex, cerca de 800.000 solicitantes de asilo llegaron a los países miembros de la Unión Europea (UE) en los primeros 10 meses de 2015.
Cabe mencionar que los refugiados, afectados por la violencia en el Oriente Medio o Norte de África, tratan de entrar a Europa a través del mar Mediterráneo y muchas veces no consiguen llegar al continente verde pues pierden la vida en naufragios.
El último informe la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) muestra que unas 1770 personas murieron o desaparecieron al intentar atravesar el Mediterráneo desde el norte de África y del Oriente Medio. La Comisión Europea ha catalogado la crisis migratoria en Europa como la peor desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.