lunes, 14 de diciembre de 2020

Kiri, el árbol que puede salvar al mundo


En Texas (USA) están utilizando un árbol que podría purificar un suelo infértil y dejarlo listo para ser utilizado en cualquier tipo de cultivo. Y no sólo eso, sino que para ello se está utilizando este árbol, el kiri, que absorbe 10 veces más dióxido de carbono que cualquier otro árbol, y arroja mucho más oxígeno.

El árbol Kiri, originario de China, es también conocido como árbol Emperatriz o por su nombre científico de Paulownia tomentosa, suele crecer entre 10 a 25 metros de altura, con troncos de entre 7 y 20 decímetros de diámetros. Pero se caracteriza por sus grandes hojas, que llegan a los 40 centímetros de ancho.

Es un árbol popular como ornamento. De hecho, así se hizo famoso en Japón el kiri, y desde allí entró en Europa en 1834. Pero lo que lo hace tan distintivo es su supervivencia a diferente inclemencias. Por ejemplo, sobrevive al fuego, ya que puede regenerar sus raíces y vasos de crecimiento de forma rápida. También tolera la polución, y no exige suelos fértiles.

Es por esta razón que se la utiliza como “planta pionera”, o sea que el kiri es un árbol que puede proveer un buen abono a una tierra previamente poco fértil. Sus hojas son ricas en nitrógeno (buna buena fuente de abono) y las raíces previenen la erosión del suelo.  Y por si fuera poco, crece muy rápido.

Pero lo malo del kiri es que si tiene que competir con otros árboles más altos que le dan sombra no prospera.

En Texas ha comenzado un proyecto llamado Kiri Revolution (La Revolución Kiri) que consiste en plantar un millón de kiris para así dejar el suelo purificado y lograr que recupere sus propiedades. El proyecto es llevado a cabo por Chris Sanders y Brittany Turner, que no sólo eligieron al kiri por sus propiedades fértiles sino porque también absorbe diez veces más dióxido de carbono que cualquier otro árbol en el mundo, y como si fuera poco emite grandes cantidades de oxígeno. O sea que es ideal para la lucha contra el cambio climático.

Texas tiene el suelo, el aire y el agua muy contaminada. Por eso Sanders y Turner eligieron al kiri, que puede prosperar en suelos y aguas contaminadas, al tiempo que purifica la tierra en la que crece.

Otra ventaja es que el kiri es el árbol de crecimiento más rápido del planeta. En apenas ocho años, una semilla de kiri llega al tamaño de un roble de 40 años. En sólo un año llega a los cuatro metros y medio de altura. Además, sus hojas pueden utilizarse para hacer un rico té, y al parecer sus flores, de rico aroma, atraen a las abejas y generan una miel más rica.