martes, 2 de marzo de 2010

Tráfico de cachorros


Los criaderos ilegales

Jaulas hacinadas, condiciones higiénicas nulas y animales llenos de heridas son laa imágenes más comunes en los criaderos ilegales. El negocio de la venta de cachorros de raza mueve mucho dinero en España, por lo que las mafias han comenzado a actuar montando fábricas de perros en nuestro país o trayéndolos desde Europa del Este.

Muchas asociaciones califican estos criaderos como centros de tortura, puesto que los animales ni salen a la calle, ni son alimentados adecuadamente. Además, las hembras tienen continuamente camadas, lo que a la larga acaba con su vida. Para acabar con este mal, es fundamental conocer su situación y saber qué pasos tomar a la hora de comprar una mascota.

¿De dónde vienen?
Los criaderos normalmente se ubican en los países del Este, donde es muy fácil mantenerlos, puesto que las leyes de protección de los derechos animales son ineficaces y no hay ningún tipo de control. Metidos en jaulas, viajan por carretera y recorren los miles de kilómetros que los separan de España. Finalmente, llegan a los escaparates de algunas tiendas o son vendidos a particulares por Internet.

Ante la falta de medidas sanitarias, los cachorros acaban muriendo a las pocas semanas de llegar a nuestro país por moquillo o por parásitos internos. No es hasta cuando ya resulta demasiado tarde, cuando los dueños se percatan de la estafa y, en ese momento, no vale la pena emprenderla contra el vendedor, puesto que éste posiblemente haya desaparecido.

Los criaderos en los medios

La asociación ANAA ha hecho todo lo posible para que en los últimos meses salten a la luz pública casos escalofriantes que remuevan nuestras conciencias. Tal es el ejemplo del criadero de Getafe, donde se rescató a 87 perros heridos y mal nutridos que vivían hacinados en jaulas llenas de excrementos.

Estos casos de maltrato animal se repiten continuamente, como en el caso del criadero 'Newmascotas.com' que se dedicaba a la compra de perros en Bélgica. Al llegar a Madrid pasaban a vivir atados y las hembras eran explotadas para obtener mayores ingresos. La organización ANAA comenta que “cuando sus veterinarios llegaron, se encontraron a más de 300 perros con infecciones oculares, parásitos internos, heridas de diversa consideración, leishmania y desnutrición”.