Bartolomé Flores Cano nació en Mojácar (Andalucía) el 4 de abril de 1907 y murió el 10 de febrero 1990. Hijo de Melchora Cano, nacida en Mojácar 30 de junio 1884 y que murió de disentería por falta de atención en julio de 1941 a la edad de 58 en el campo de Rivesaltes y de Bartolomé Flores López, militante socialista y Teniente de alcalde de Mojácar muerto en 1948 como resultado de la tortura en las celdas franquistas.
Desde los 12 años de edad, Bartolomé Flores comenzó a trabajar en Francia, en las minas, canteras y obras de construcción del ferrocarril en Bretaña, París, Marsella. Después de la proclamación de la II República regresa a España. Trabajó desde 1932 hasta 1935 como minero en Figols, cuando, tras la muerte de un trabajador en una explosión de gas, fue el responsable de concienciar a los compañeros, lo que provocó una huelga que duró dos semanas y durante la cual se reuniría con Buenaventura Durruti. A partir de 1935 vivió en Manresa. Durante la Revolución española de 1936-39 se alistó como miliciano en la columna Tierra y Libertad en el frente de Aragón y se escapó de las ejecuciones sumarias llevadas a cabo por los estalinistas. El 22 de enero de 1939, en los últimos combates en el frente del Segre, Bartolomé Flores Cano, soldado en el XI Batallón de Infantería, fue herido en Sanahuja (Lleida) por un obús. Hospitalizado en Berga, Olot y Camprodon, fue evacuado durante la Retirada y admitido en un hospital de Montpellier. En abril le fue amputada en Marsella la pierna izquierda. Posteriormente sería internado en el campo de Argelès a la Barcarès y acontinuación en Rivesaltes. En junio de 1941 fue inscrito en una compañía de trabajadores extranjeros para ir a perforar un túnel en la colina Croix-Rousse en Lyon.
Es gracias a un compañero, Andrés Alonso Gómez que pudo salir de allí. Para sacarlo del campo, trabajaba en el lugar de Bartolomé Flores que por aquella época pesaba apenas 37 kg y medía 1.80m, por lo que podemos considerar que le salvó la vida. Bartolomé y su esposa Juana comenzaron a vivir entonces en Vaise, 34 Avenue Joannes Masset (Lyon 9), donde organizó una "verdadera corte de los milagros" donde todos los días ayudaba a decenas de refugiados, ofreciéndoles comida y colchón. Sin embargo, durante la ocupación nazi, Bartolomé se percató que el propietario de un inmueble, después de estar alquilando apartamentos a judíos, los denunció a la Gestapo. Logró evitar que una de las familias judías fuese ejecutada, al ocultarlos en el túnel de Croix-Rousse, pudiendo ofrecerles un salvoconducto y siendo entregados a la Resistencia. También participó con Andrés Alonso en la Resistencia en el barrio de la Croix-Rousse y Vaise. Particularmente proveía de dinamita de su trabajo a la Resistencia y tuvo que esconder durante varias noches a miembros del maquis francés en su casa, la cual fue registrada hasta tres veces por la policía alemana que no encontró nada. Por otro lado, realizó misiones de enlace con compañeros de Toulouse y en septiembre de 1944 participó en las batallas de la liberación en Lyon. A su llegada a la Plaza Valmy, en Vaise, las tropas del general De Lattre, que habían desembarcado en Provenza en agosto, Bartolomé Flores acogió a una docena de estos soldados en su hogar de la "Corte de los Milagros". Flores Cano continuó su militancia después de la II Guerra Mundial en la FL-CNT de Lyon, donde defendió el anarquismo clásico. Bartolomé, al que Federica Montseny, le gustaba llamar mi Lyonnais murió en San Boi de Llobregat (Barcelona) el 10 de febrero de 1990.