martes, 14 de diciembre de 2010

El Diablo se viste de facha



Marine Le Pen (42 años), hija y probable sucesora del líder del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, se ha convertido en la nueva "estrella política" francesa, con una popularidad creciente y amenazante para todos los candidatos a la presidencia de la República francesa.
Madre de dos hijos, casada, separada y divorciada en dos ocasiones, Marine Le Pen tiene el verbo temible de su padre, tan faccioso o más que ella. A finales de noviembre alcanzó un 27 por ciento de opiniones favorables. Con un lenguaje vehemente, dirigiéndose a un electorado popular, inquieto y víctima de la crisis, Marine Le Pen utiliza fórmulas de este tipo: «Eso de rezar en plena calle, como hacen los musulmanes, es como la ocupación nazi. Cierto, no hay tanques, no hay soldados; pero, en cualquier caso, es una ocupación de trozos del territorio nacional, una nueva forma de ocupación religiosa».
Marine Le Pen está en campaña para suceder a su padre al frente del FN, donde tiene un rival menos carismático, Bruno Goldnisch. Pero su tirón va mucho más allá de la extrema derecha tradicional. Con una popularidad del 27 por ciento y unas intenciones de voto del 14 por ciento en las próximas presidenciales (2012).
¿Qué ha propuesto Marine Le Pen para conseguir tales cotas de popularidad? Mano dura contra musulmanes e inmigrantes, «nacionalización» de la economía, denuncia de la «tiranía» europea, «restauración» de los valores e intereses nacionales frente al «cosmopolitismo apátrida» de una UE tan «amenazante» como la libertad de comercio.