Los Boy Scouts de América seguirán rechazando la
presencia de homosexuales entre sus miembros. La decisión llega después
de dos años de evaluación sobre una cuestión por la que la organización
ha sido muy criticada por su política que, dicen, busca "lo mejor para
los Boy Scouts".
"La gran mayoría de los padres de jóvenes a los que
servimos valoran su derecho a abordar los temas de la homosexualidad en
el seno de su familia, con asesores espirituales, y en el momento y
lugar adecuados", ha explicado Bob Mazzuca, jefe scout de los Boy Scouts
de América. "Mientras una mayoría de nuestros miembros está de acuerdo
con nuestra postura, entendemos totalmente que ninguna política única se
acomodará a las numerosas opiniones diversas entre nuestros miembros o
sociedad", prosigue.
Un comité de voluntarios y profesionales inició el
estudio en 2010, reflejando una "una diversidad de perspectivas y
opiniones", asegura la organización. No se tomará ninguna otra acción
sobre este asunto. Lo más sorprendente es que la ley parece estar del
lado de la organización. En 2000, una sentencia del Supremo de EE UU
permitía a los Boy Scouts de América vetar a los gays cuya conducta,
según los Boy Scouts, violase sus valores.
Los precedentes
Una campaña contra la prohibición tuvo gran repercusión
el año pasado, sobre todo por el activismo de Zach Wahls, un Eagle Scout
con dos madres lesbianas, y Jennifer Tyrrell, una madre lesbiana de
Ohio destituida como mentora y tesorera Scout por la política de la
organización. Se espera que este miércoles Tyrrell presente una
solicitud en la sede de la organización para que sea readmitida.