Ya está aquí el número 5, de primavera, de FRAGUA SOCIAL, el ÓRGANO DE DEBATE, AGITACIÓN Y PROPAGANDA DEL SINDICATO DEL METAL, MINERÍA Y QUÍMICA DE MADRID.
Este quinto número lo dedicamos a la delegación política, el parlamentarismo, en este año 2015 en que se nos convoca desde arriba a unas cuantas elecciones periódicas de representantes.
De este número destacamos el siguiente artículo:
L@s pres@s no cuentan para esta gente
L@s esbirr@s del poder desde sus medios de intoxicación masiva se afanan en convencernos de que en España no existen pres@s polític@s, mientras se permiten el lujo de acusar de ello a otros países por hacer al respecto mucho menos de lo que no tienen el valor de denunciar aquí. Sin embargo, no es preciso hacer una interpretación abierta de lo que es el delito político -tod@s l@s pres@s son, en el fondo, polític@s- para constatar que en España se cuentan por miles las personas que sufren condena o están acusad@s por las razones que sus mismas leyes consideran políticas, referentes a su ideología o a sus convicciones o meras inquietudes políticas.
¿O es que acaso no son pres@s polític@s l@s recientes encausad@s del Parlament, o l@s detenid@s en la operación Pandora, o de la huelga general en La Rioja, o l@s activistas antidesahucios que hace semanas sacaban de sus casas de madrugada a punta de pistola, y tant@s much@s otr@s compañer@s anónim@s de l@s que nos olvidamos y luchan cada día contra el poder establecido? ¿No es una causa política, del estado y sus secuaces, contra nosotr@s las personas, los tropecientos euros que pretenden que paguemos cada vez que nos identifican en una protesta política? ¿No son políticas las represalias por nuestras acciones de lucha en cada tajo contra la dictadura del capital? ¿No es acaso un preso politico Arnaldo Otegui?
No hay siquiera que limitarse a l@s encausad@s anarquistas o de otras ideologías políticas que el régimen considera radicales y reprime a sangre y fuego. La mayoría de las fuerzas políticas emergentes, y sobre todas ellas Podemos, dicen inspirarse en el movimiento que acampó el 15 de mayo de 2011 en Sol, y en otras plazas por todas partes, un movimiento que rechazó notoriamente la violencia. A pesar de esta consideración no violenta, o precisamente por ello, centenares de quincemallistas han sido duramente reprimid@s y se encuentran a día de hoy encausad@s o condenad@s por asistir a protestas, tratar de parar desahucios o rodear su querido parlamento, etcétera.
Sin embargo, no escuchamos una palabra al respecto de lo que va a pasar con esas personas una vez que estas fuerzas políticas "tomen las instituciones", su injusta situación no parece que merezca una sola linea en su programa. ¿Para qué "tomar" las putrefactas instituciones del régimen entonces, si no van a liberar a un solo preso, ni tan siquiera a "los suyos"? Muy al contrario, lo que escuchamos en las arengas de los nuevos líderes del circo electoral son pomposas loas y aplausos a las fuerzas represivas del Estado, que es el padre de todas las violencias, quien reprime y seguirá reprimiendo a esas personas por obvias razones políticas, las razones que les llevan a luchar, unas razones que esos mismos líderes reconocen como la razón de ser de su iniciativa electoral. Parece contradictorio, pero si lo pensamos a fondo no lo es tanto. No lo es nada, vamos, lo extraño de hecho sería esperar otra cosa.
Porque ¿Qué clase de iniciativa es la que se olvida a sus pres@s y represaliad@s y los deja tirad@s por el camino? Pues ya lo dice el apellido: se trata de una iniciativa electoral. Una iniciativa para la que somos rebaño o podemos serlo, y rebozada en su error aspira a imponernos su autoridad por la fuerza o el engaño. a sacar todo el jugo que pueda a nuestro esfuerzo y como vemos a nuestra libertad, un detalle este último que parece que no cuenta para esta gente.
Represaliado 15mayista anónimo.
Publicado en el nº 5 de "Fragua Social"
Para leer: