lunes, 16 de marzo de 2015

Los contratos a dedo de Morenés




Primero, la permisividad del ministro de Defensa ante las denuncias de acoso sexual y laboral denunciadas por la Capitán Zaida Cantera. Segundo, Pedro Morenés antes de ser todo un ministro "trabajaba" en una empresa que fabricaba bombas a punta pala: Instalaza. Tercero, que ya siendo ministro, su ministerio ha suscrito 32 contratos a dedo con empresas de las que era consejero o asesor... y será un suma y sigue.

Instalaza S.A. es un vieja conocida del Gobierno. En 2010 reclamó al Ejecutivo español 40 millones de euros de indemnización en concepto de “daño emergente y lucro cesante” ante las pérdidas que le causó la adopción del Tratado contra las bombas de racimo y su incorporación al marco legal español. Tras la negativa del Gobierno, presentó una denuncia ante la Audiencia nacional por esta misma causa, quien finalmente desestimó la indemnización.

La ex empresa en la que "trabajaba Morenés", que reclama primero y denuncia después al Gobierno por cumplir el histórico tratado que prohíbe las bombas de racimo, un tipo de armamento que actúa de forma indiscriminada, que se calcula que ha causado unas 100.000 muertes, que no distinguen entre blancos civiles y militares y que, por sus altas tasas de error, siguen causando muertos y heridos mucho tiempo después de que un conflicto haya finalizado, es la elegida por el ministro de Defensa para adjudicarle contratos por muchos millones de euros. ¿Es esto lógico o decente?... Pues no, en la puerca política nada es lógico y menos aún decente...

En su respuesta, el Gobierno no ha detallado ni cómo fueron adjudicados los contratos ni tampoco el importe de los mismos. ¿Es ésta la información que nos merecemos l@s contribuyentes, ciudadan@s y trabajador@s? Pues no, para los políticos no nos merecemos nada, solo antes de que y solo en forma de promesas que jamás cumpliran, mereceremos migajas y aún por encima como borregos les darán algunos el voto...

La política de puertas giratorias es ya tan común en nuestro país que es imposible llevar la cuenta del número de mangantes dedicados a la puerca política que se apuntan a ella. Lo dicho, a votar, a votar que ya os vale.