El gobernador del estado norteamericano de Nebraska, Pete Ricketts, no cancelará el pedido de fármacos que serían utilizados para la ejecución de diez personas pese a que se abolió la pena de muerte en esa localidad.
Pese a que hace dos días se abolió la pena de muerte en Nebraska (estado del centro-norte de Estados Unidos), el gobernador republicano de ese estado, Pete Ricketts, dijo que eso no impedirá la ejecución de diez personas condenadas a la pena capital.
Ricketts indicó que no cancelará un pedido de fármacos que el estado compró hace días para utilizarlos en las inyecciones letales.
Este pasado jueves Nebraska se convirtió en el primer estado republicano en abolir la pena de muerte.
Tras una votación muy reñida, una coalición conversadora logró revocar el veto impuesto por el gobernador Pete Rickettss, en contra de la iniciativa a la que le habían dado el visto bueno el pasado miércoles 20 de mayo en Parlamento.
Con la eliminación de la pena capital en Nebraska, ya son 19 de los 50 estados, en los que está prohibido aplicar esta medida. Mientras que en el resto hay una minoría donde no se ejecuta a presos como Texas, Florida, Oklahoma y Missouri.
Los últimos estados que la eliminaron fue Maryland, en 2013, Connecticut en 2012, Illinois en 2011, Nuevo México en 2009 y Nueva York y Nueva Jersey en 2007.