Esta pobre imbécil olvida que una legión de pobres habita su propio país, Egipto, malherida por los abismos y la corrupción y que su pueblo ya no está formado por faraones sino por egipcios que son refugiados en un Estado militar.
La zancadilla que la inmoral reportera húngara Petra Laszlo le propinó al sirio Osama Abdul Mohsen recorrió el planeta y puso rostro a un éxodo terrible. En la disparatada y cruel televisión egipcia, carne de propaganda y censura, la presentadora Riham Said, forofa del ejército y reina del sensacionalismo, se ha propuesto superar a Petra a costa de humillar a los refugiados sirios que malviven en el Líbano.
Hace unas semanas, Riham viajó al Líbano y, micrófono en ristre, visitó varios campamentos de refugiados que acogen a los sirios que han huido de cuatro años de cruenta guerra civil y sus 250.000 fallecidos. En el reportaje, emitido hace unos días, esta energúmena, encaramada en un camión lleno de víveres, reparte entre los huídos bolsas de alimentos y ropa. Riham aprovecha la escena para insultar a los "irrespetuosos" refugiados.
"Éstas son las personas que arruinaron su país con su lucha política. Aquí un pueblo dividido. Éste el destino de la gente cuando su país es destruido. Miren cómo abandonan a sus hijos y corren para agarrar la ropa empujándose y golpeándose entre ellos", dice a la cámara la estrella de 'Sabaya' [Chicas, en árabe], un programa que emite la cadena privada egipcia Al Nahar. Una música de acordes tristes acompaña su perorata. "Como ven, hemos perdido el control y están atacando la furgoneta", advierte. Y, asida a una bandera egipcia, Riham confiesa: "Quiero regresar a Egipto. Somos personas civilizadas y educadas con la moral alta".
Las palabras de esta mediocre actriz de 48 años metida a reportera han provocado un terremoto en las redes sociales y entre los compañeros de gremio que aún no han sucumbido a un poder catódico que desde el golpe de Estado que desalojó a los islamistas en 2013 se ha plegado a la propaganda estatal y ha justificado sin rubor la muerte de más de 3.000 manifestantes. El también presentador de televisión Yursi Fuda, apartado de la pantalla por plantar cara a la censura, ha denunciado que Riham procede de "la cloaca de los medios de comunicación". "Está explotando la tragedia de un pueblo hermano para aterrorizar al pueblo egipcio", ha apostillado.
A pesar de que las autoridades egipcias "presumen" de que han proporcionado techo y alimento a la diáspora lo cierto es que, desde la asonada, los refugiados sirios se han convertido en cabeza de turco de la feroz campaña de represión de las fuerzas de seguridad contra cualquier disidencia política.
Sirios y palestinos han sido blanco de humillaciones, deportaciones, detenciones arbitrarias y continuos ataques xenófobos en los medios de comunicación locales. Muchos han optado por escapar desde las playas del Mediterráneo y no pocos han perecido en manos de los contrabandistas.
La Petra Laszlo egipcia ha corrido mejor suerte que la mujer que la inspiró. Hasta el momento, no ha sido despedida. La protagonista de la polémica -que ha cruzado los límites de la ética en ocasiones anteriores- ha rechazado las críticas recibidas. En el reportaje de la discordia, Riham se despide fiel a su descaro: "Los sirios no tienen nada. Ni casa, ni tierra, ni futuro ni trabajo. Estoy muy triste. Me alegro de haberles ayudados pese a que no fueron respetuosos con nosotros". Ha ladrado la muy perra...