La cuenta atrás para las elecciones que pretenden demostrar de qué pie cojean los patriotas ha empezado.
De un lado, quienes persiguen la plena soberanía de Catalunya nos cuentan que viviremos un futuro idílico -cada vez más cuestionado- y que su anunciada declaración unilateral de independencia no supondrá la salida de la Unión Europea (UE). Del otro, quienes anteponen la Constitución al derecho de autodeterminación se amparan en lo aprobado durante la Transición y en que la secesión catalana comportaría un mayor empobrecimiento debido, precisamente, a la salida automática Catalunya de la UE. Además de esos criterios económicos, la decisión a la que intentan abocarnos para que decidamos entre una u otra opción en las urnas pasa por otros motivos, sentimentales e históricos, que suelen presentarnos interesadamente según quién los exponga. Y para ello, ambos no dudan en utilizar tanto canales educativos como informativos.
Sin embargo, ambos nacionalismos se retroalimentan en su búsqueda de un voto que les legitime para continuar en el poder. No sorprende que los principales exponentes de una y otra postura, CiU –ahora sólo CDC– y el PP, se hayan arropado durante décadas para aprobar leyes y reformas que han ido en contra de nuestros derechos. Curiosamente, ambos partidos siempre han estado implicados en escándalos por corrupción y ahora tratan de ocultarlos tras una cortina de humo tintada de patriotismo en época de crisis. No es nada nuevo. Enarbolando las banderas al aire consiguen desviar la atención hacia ellas para olvidar que en su mayoría, quienes las sostienen, aunque estén de mierda hasta las ingles, no piensen en los despidos, la reducción salarial, la flexibilidad laboral, los contratos precarios, el retraso en las jubilaciones, los desahucios, el aumento de la pobreza, los recortes en sanidad, educación y un largo etcétera. Ésa es la realidad social que vivimos, la que debería movilizar a quienes cayendo en su juego mitigan sus carencias entre una servil multitud que busca cobijo bajo cualquier trapo patriótico o detrás de un voto.
Por nuestra parte, consideramos que la lucha anticlasista y el patriotismo son conceptos antagónicos, aunque aún haya patriotas izquierdistas que se obcecan en negarlo y que acostumbran a anteponer la creación de un Estado a nuestros derechos sociales. De ahí que la obsesión por “hacer país” lleve a fundirse en abrazos y sin reparos a patriotas comunistas y burgueses. Entrando en ese juego, como siempre, esa supuesta izquierda que sólo se mueve para acceder al poder, no sólo pospone la lucha emancipadora de la clase obrera a la creación de un nuevo Estado, sino que además de supeditarla a él difunde entre sus votantes la falsa proclama de que la lucha por la libertad ha de pasar inexorablemente por un voto que delega en ellos tu poder de decisión y que ahora también ha de tener connotaciones patrióticas.
Ante la nueva convocatoria a las urnas -para unos prácticamente un referéndum de autodeterminación y para otros unas simples elecciones autonómicas- desde CNT-AIT Catalunya queremos recordarte que dar tu voto a quienes luego legislarán para someternos nunca nos hará libres. Quienes salgan vencedores sólo estarán ahí para buscar su beneficio económico y tapar sus escándalos por corrupción a cambio de obedecer a quienes realmente gobiernan, porque nos guste o no las estructuras económicas actuales son transnacionales y están cimentadas en conglomerados que aglutinan a organismos financieros y poderosas empresas. Ellos –y no tu voto– son quienes deciden la política económica a seguir en un capitalismo globalizado que sólo persigue sustanciosos intereses en el menor plazo posible. Ellos -y no los gobernantes de turno- son quienes únicamente en función de esos intereses darán el visto bueno a la creación o disgregación de cualquier nación.
Ante la próxima convocatoria electoral del 27 de septiembre, no sigas su juego, no des tu voto a quienes te tapan los ojos con falsas libertades ni a quienes te amordazan la boca para que no reivindiques tus derechos. Analiza la historia de siempre o, simplemente, los últimos cuarenta años. ¿No crees que la estafa, el latrocinio político y la desigualdad social sigue campando impunemente?
No dejes que te embauquen con aspiraciones patrióticas, republicanas ni monárquicas. Sólo mediante la abstención activa, luchando por construir una sociedad donde controlemos cuanto producimos, donde eliminemos las jerarquías para que nadie decida por nosotros/as, donde se respete nuestra libertad como individuos y donde ningún Estado nos oprima, podemos aspirar a una sociedad más libre.
CNT-AIT Catalunya
