Hoy, 21 de marzo es el Día Mundial de las Marionetas y, en esta ocasión, nos gustaría recordar al mundo la situación que enfrentan nuestros compañeros, Alfonso y Raúl, de Títeres desde Abajo. A principios de febrero, los titiriteros de Granada fueron invitados por el ayuntamiento a presentar su espectáculo, la Bruja y Don Cristóbal, en las celebraciones del carnaval de Madrid. Durante la representación fueron detenidos y se enfrentan hasta a siete años de prisión.
El espectáculo de marionetas, en sí mismo, era una farsa política sobre la práctica estatal de hacer montajes a activistas políticos y sobre otros problemas graves de ataques a la libertad y de abusos de poder. Como parte del argumento, la policía ataca a la heroína de la historia y coloca una pancarta en su casa, lo que sirve de base para etiquetarla como terrorista. Esta escena es la que se utilizó para acusar a los titiriteros de “apología del terrorismo” y de “incitación al odio”.
Para todos los que conocen el espectáculo y a los titiriteros, es claro que se trataba de un ejemplo de teatro crítico. Es un ejemplo en bruto de la invasión del estado en las conciencias y en las libertades para intentar criminalizar a la gente por sus ideas políticas.
Muy bien podría ocurrir que los organizadores del evento en Madrid no tuvieran idea de lo que estaban patrocinando -pero ¿de quién es la culpa de esto? Los titiriteros advirtieron de que podría haber contenidos inadecuados para los niños, pero los padres no prestaron atención, decidiendo en cambio denunciarlos a la policía.
Se pueden decir muchas cosas sobre el espectáculo, pero una cosa es clara: no se trataba de apología ni incitación al terrorismo. Dichos cargos son simplemente característicos de los mismos problemas que estaban denunciando los titiriteros. Los abusos del estado han ido en aumento en España últimamente, donde se han introducido nuevas leyes y donde vemos incrementarse los incidentes de represión política.
La Asociación Internacional de los Trabajadores envía su solidaridad a los titiriteros y demandamos que se anulen todos los cargos.
En todo el mundo nos enfrentamos todos a un ataque creciente contra nuestra libertad por parte del estado, el capital y la religión. El estado actúa, sobre todo, para destruir cualquier amenaza a su poder, que usa para sellar fronteras y encerrar fuera a los refugiados que huyen de la guerra, la miseria y el fanatismo religioso. Todo lo cual utiliza para facilitar la explotación, por parte del Capital, del trabajo y de la tierra, usando a menudo fondos públicos para ello. Que también utiliza para proteger la riqueza privada de las élites. Que utiliza para pagar las guerras. Que utiliza para espiar y vigilar y limitar varias libertades personales. Que utiliza para construir el poder de las élites y usurpar los derechos de los pueblos a decidir por sí mismos.
La historia de las guerras de los intereses financieros de las élites nos muestra cómo el estado aterroriza poblaciones, asesinando y destruyendo para que puedan sacar provecho unos pocos. Ésta es la peor forma de terrorismo de todas.
Cuando miramos a la criminalización de los movimientos sociales y de la disensión, tal como la que está teniendo lugar hoy día, reconocemos que el estado español usa el terror real -una amenaza de encerrar a la gente que escribió una obra de teatro crítico. Se hace esto en un fútil intento de meter el miedo en el cuerpo de aquellos que podrían verbalizar críticas. Fútil porque se trata de un ultraje que ya ha sido objeto de fuertes protestas por parte del público.
Mientras los ataques del estado sigan en aumento, no podemos retirarnos sino que debemos organizarnos para resistir a nivel global.
¡Libertad para los titiriteros y contra el estado del terror!
Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones -¡donde no hay lugar para la tiranía ni la explotación!
Secretariado de la AIT
English
Solidarity with the Puppeteers from Below: The State is the Biggest Terrorist
March 21 is World Puppetry Day and on this occasion we would like to remind the world of the situation faced by our comrades, Alfonso and Raul from Puppets from Below. At the beginning of February, the puppeteers from Granada were invited to Madrid carnival celebrations by the muncipality to present their show, The Witch and Don Cristobal. During the performance they were arrested and face up to 7 years in prison.
The puppet show itself was a political commentary on the state practice of framing politcal activists and other serious problems of attacks on freedom and abuse of power. As part of the plot, the police attack the heroine of the story and plants a placard in her premises which serves as the basis for branding her a terrorist. This scene was used to accuse the puppeteers of “glorifying terrorism” and “incitement of hatred”.
For all who know the show and the puppeteers, it is clear that this was an example of critical theatre. It is a gross example of state encroachment on conscience and freedom to try and criminalize people for their political thought.
It may well be that the event organizers in Madrid had no idea what they were sponsoring – but who's fault is that? The puppeteers warned that there may be content inappropriate for children, but parents paid no attention, deciding to denounce them to the police instead.
Much can be said about the show, but one thing is clear: this was not any glorification of terrorism or incitement. Such charges are simply characteristic of the very problems that the puppeteers were denouncing. The abuses of the state have been stepped up in Spain recently, where new laws have been introduced and we see increasing incidents of political repression.
The lnternational Workers' Association send our solidarity to the puppeteers and we demand that all charges be dropped.
Around the world, we are all facing an increased attack against our freedom by the State, Capital and Religion. The State acts above all to destroy any threats to its power, which it uses to seal off borders and shut out refugees fleeing from war, misery and religious fanaticism. Which it uses to facilitate Capital's exploitation of labour and the earth, often using public funds to do so. Which is uses to protect private wealth of the elites. Which it uses to wage war. Which it uses to spy and invigilate and limit various personal freedoms. Which it uses to build up the power of the elites and usurp the rights of people to decide for themselves.
The history of wars in the financial interests of elites show us how the state terrorizes populations, murdering and destroying so that a few can profit. This is the greatest form of terrorism of all.
When we look at the criminalization of social movements and dissent such as what is happening today, we recognize the Spanish state as the one using actual terror – a threat of locking up people who wrote a critical theatre work. This is done in a futile attempt to strike fear into those who would be vocally critical. Futile because it is an outrage that has already been met with a large public outcry.
As the attacks of the State are on the increase, we cannot retreat but must organize to resist on a global level.
Freedom for the Puppeteers and Against State Terror!
We have a new world in our hearts – with no room for tyranny and exploitation!
lWA Secretariat