El 8 de marzo es un día reivindicativo, al contrario de lo que las instituciones quieren hacernos creer. Es un día de lucha, no de festejo. Nosotras no olvidamos a todas aquellas mujeres que dieron su vida en distintos hechos históricos que podemos recordar, en los que si bien cambian las fechas, no su espíritu combativo.
A lo largo de la historia las mujeres se han organizado para hacer frente a los sistemas patriarcales. Destacamos a las 129 obreras quemadas en la Fábrica Cotton de Nueva York a causa de un incendio provocado por los propietarios de la fábrica y la policía. Ellas exigían una jornada de 8 horas, condiciones más dignas y la abolición del trabajo infantil, entre otras. También a las obreras de la Fábrica Triangle Waist Co. En su caso, el olvido está aún más presente, ya que se trataba de 123 mujeres y 23 hombres inmigrantes. Por otro lado, recordamos a las mujeres rusas en huelga por “el pan y la paz” el 8 de marzo de 1917, donde se movilizó una multitud de trabajadoras y estudiantes que provocó la caída del zar.
Como podemos observar, la lucha feminista no empieza hoy. Los ejemplos anteriores sirvieron a las compañeras de CNT-AIT para crear la organización de Mujeres Libres, en la que se trataban todos los temas referentes a las problemáticas que sufría las mujeres en todos los ámbitos, desde el trabajo, hasta el personal.
Debemos visibilizar también el trabajo que hasta hoy día se considera “no productivo”, como el trabajo doméstico, de cuidados, las paradas y las mujeres que no están en edad laboral como las jubiladas y estudiantes.
El sistema patriarcal, de la mano del capitalismo, se encuentra en todas las esferas de nuestras vidas: en la familia, en la escuela, en el trabajo, en las calles… perjudicando a las mujeres y señalándonos los caminos que debemos tomar para encajar en los roles que nos asignan nada más nacer.
Como militantes de la CNT-AIT, creemos que la lucha feminista está en la calle pero también dentro de nuestros espacios y todas tenemos que formar parte de ella. Creemos que es urgente y necesario romper las cadenas que nos atan así como intentar cambiar las formas y estereotipos que hay respecto a nosotras. Las mujeres queremos empoderarnos y buscamos concienciar a los compañeros de actitudes y lenguajes sexistas que pueden generar distancia.
¡Cada día es 8 de marzo, la lucha será feminista o no será!