Ya desde hace unos años, se viene haciendo en Cieza campaña publicitaria desde el poder político para atraer turismo con motivo de la floración de los campos de melocotón. Febrero y marzo son meses en los que solamente se deja ver la cara estética y festiva del campo ciezano, al mismo tiempo que se promocionan los intereses de la patronal agrícola.
El pueblo se ha vestido de fucsia, pero la realidad de la obrera -8 de cada 10 trabajadores del control de la fruta en flor en la Vega Alta del Segura son mujeres, según la Federación de Mujeres Rurales de la Región- no es tan de color de rosa.
Y es esta realidad la que nunca se ve, aquella de la que nunca se habla, especialmente por parte de las propias explotadas, entre las que impera la ley del silencio. ¿Por qué tanto miedo si estamos tan bien? Y si estamos tan mal, ¿por qué tanto miedo?, ¿qué clase de futuro vamos a dejar a nuestas hijas? Aquí solo hay campo y almacén, cuatro meses en total para la que no sea fija. ¿Hasta dónde vamos a llegar aguantando los abusos de los patrones?
Ahora por el 8 de marzo una coordinadora organiza con la concejalía un paseíllo por el día de la mujer, para juntar obreras con patronas y desclasar el verdadero origen de este día. Mientras, en Murcia, Madrid, Barcelona…se repite el revoltillo plataformista, ¿nos vamos con las cegeteras a las puertas de los comercios?, ¿nos vamos a las manifestaciones a defender el derecho a ser felpudos de alquiler con seguros sociales y pensión? ¿o nos exponemos a que nos peguen porque nos negamos a promover el mensaje de que la prostitución es una opción libre e idónea frente a la precariedad laboral? ¿A dónde hemos llegado en nuestro conformismo? Ya es tiempo de organizarse con las ideas claras, desde nuestra ideología anaquista, sin injertos liberales, para combatir esta falsa democracia y el fascismo que se nos viene encima, y para combatir el patriarcado allá en donde esté, aunque sea en nuestras filas.
La realidad de la obrera de la floración está ahí para quien la quiera ver. Esa cara pelada por el sol nos está diciendo lo que cuesta trabajar el clareo de esas flores rosadas. Pero somos nosotras mismas las que debemos terminar con esta explotación. ¿Que los sindicatos nos han vendido? Por supuesto, pero la CNT-AIT resiste, y ya es hora de que recuperéis la memoria de los vuestros, y que sepáis que en Cieza se colectivizó la economía en 1936, y que nuestra misión histórica es llevar eso mucho más lejos. ¿Miedo al despido? Allí están las readmisiones que la unión consigue. ¿Miedo al acoso del patrón porque las plantillas son pasivas? He ahí un problema. Pero no digamos que no tiene solución. A las asambleas, y a buscarlas, y a propagar la Idea, que será la que nos una. La resignación es lo que nunca nos va a solucionar nada, porque quien no lucha, no vence.
Núcleo Confederal CNT-AIT, Cieza
