martes, 15 de febrero de 2022

Canadá: trágico naufragio de un pesquero gallego en aguas de Terranova





Siete muertos, tres rescatados y 14 desaparecidos en el naufragio de un pesquero gallego en Terranova. Una veintena de marineros, entre los cuales hay 16 españoles, faenaban en aguas canadienses a bordo del "Villa de Pitanxo".

El naufragio este martes del pesquero gallego Villa de Pitanxo poco antes de las seis de la madrugada (hora peninsular española) en aguas de Terranova, una isla en la costa noreste de Canadá, deja por el momento siete muertos, tres rescatados y 14 desaparecidos. En el buque, con base en Marín (Pontevedra) y propiedad del armador gallego Manuel Nores, iban 24 marineros, de los cuales 16 son españoles, cinco peruanos y tres ghaneses. 

La Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (ARVI), a la que pertenece el grupo Nores, todavía no ha dado una cifra de fallecidos por el hundimiento del barco, y cuya tripulación es de varias localidades de Galicia, como Marín, Cangas, Bueu y Moaña, ambas en la comarca de O Morrazo (Pontevedra). 

Los familiares de los marinos han comenzado a llegar a primera hora de esta tarde a la sede del grupo Nores, en Marín, para exigir explicaciones sobre el estado de sus familiares a los dueños de la compañía. Por el momento, también se desconocen las causas del naufragio, que ha ocurrido a 450 kilómetros al este-sureste de Terranova.

La subdelegación del Gobierno en Pontevedra, ha anunciado la noticia poco después del mediodía. Larriba ha informado de que los equipos de rescate habían avistado cuatro balsas salvavidas —aunque en estos barcos lo normal es que haya solo dos— y accedido a dos de ellas. En una [había] solo tres supervivientes en estado de shock hipotérmico porque la temperatura del agua en este momento es terrible. La situación en la zona no ayuda a las labores de rescate de las autoridades canadienses, dado que hay viento, mala mar y visibilidad reducida. El Centro Conjunto de Coordinación de Operaciones de Rescate de las Fuerzas Armadas de Canadá. ha enviado al lugar un helicóptero, un avión y varios buques para tratar de ayudar con la búsqueda.

Fuentes del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo han confirmado que el Villa de Pitanxo emitió dos alertas a las 5.24 de la madrugada, pero a pesar de que las autoridades intentaron contactar con ellos en varias ocasiones, nadie respondió. La señal de la caja azul del barco —el sistema de posicionamiento, que se comunica con la estación que lleva el seguimiento del buque, muy parecida a la caja negra que utilizan los aviones— se perdió poco antes de las seis de la madrugada, según la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra. Las autoridades movilizaron entonces a dos buques próximos para acercarse a la zona y comprobar el estado del navío: uno español, el Playa Menduiña Dos, y otro portugués, el Novo Virgem da Barca. Los cuatro primeros cadáveres fueron localizados en una de las balsas salvavidas. Después, el Playa Menduiña Dos halló otros dos cuerpos sin vida en el mar. Feijóo ha anunciado después que los servicios de rescate han encontrado a otra de las víctimas.

Con el paso de las horas y ante la falta de una confirmación oficial sobre el balance de la tragedia del buque congelador gallego, familiares de las víctimas se han dirigido a la sede del grupo Nores en la zona portuaria de Marín, donde la empresa armadora tiene sus oficinas, a la espera de noticias sobre el naufragio y para confirmar el estado de los tripulantes. “No nos dan información y esto es un sinvivir”, comenta la tía de uno de los marineros a las puertas de la empresa armadora, a la espera de noticias de su sobrino Jonathan Calderón, de 39 años.

El barco estaba a punto de regresar a Marín porque los oficiales ya daban por terminada la marea. Entre los supervivientes se encuentra el patrón del buque, Juan Costa, que pudo informar a su familia de que está sano y salvo. Oriundo de Cangas (Pontevedra), el capitán también ha confirmado que su sobrino Eduardo es otro de los que han logrado sobrevivir. Un portavoz de la empresa armadora Nores ha confirmado a EL PAÍS que están trabajando intensamente para poder facilitar esta tarde un comunicado oficial. “Las noticias nos han ido llegando a cuentagotas y muy confusas, incluso en muchos momentos contradictorias, por eso hay que esperar a tener todos los datos, porque es información delicada que afecta a muchas familias”, ha comentado.

La alcaldesa de Marín, María Ramallo, ha sido rotunda a la hora de ponderar la magnitud del naufragio: “No recuerdo una tragedia de tal magnitud. Para un pueblo como el nuestro, aunque hay tripulación de toda la comarca de O Morrazo, no recuerdo nada semejante”, ha añadido. De la tripulación, tres miembros son de Cangas do Morrazo, otros tres son de Marín, uno de Bueu, otro de Moaña y otro de Huelva. “Los peruanos y los ghaneses no son gallegos de nacimiento, pero sí de adopción porque llevaban viviendo aquí mucho tiempo”, ha dicho Rosa Quintana, conselleira do Mar de la Xunta. “En los 13 años que llevo en el Gobierno, esta es la situación más complicada que nos toca vivir. Sobre todo, es saber que eran 24 tripulantes. Tres fueron rescatados con vida y están siendo trasladados a un hospital en helicóptero, pero no sabemos [más]”, ha añadido.

El Villa de Pitanxo, que tenía 50 metros de eslora y 10 de manga, estaba faenando en los caladeros de la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste, donde se pesca sobre todo fletán negro, raya, gallineta nórdica, camarón boreal y bacalao.

La portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, se ha referido también al naufragio en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros: “El Gobierno sigue con inquietud y preocupación las tareas de búsqueda y de rescate de la tripulación. Estamos en contacto permanente con los equipos de rescate. Les puedo confirmar que se han rescatado tres tripulantes, pero no puedo añadir ninguna otra información, y les pido especial prudencia en sus comunicaciones, porque sus familiares también siguen con atención estos acontecimientos”. Feijóo, en la entrada de la sede del PP en la calle de Génova, adonde ha ido por la reunión de la ejecutiva nacional del partido, ha dicho esta tarde: “No voy a hacer ninguna declaración porque no tengo la cabeza en el Partido Popular, sino en las familias que han probablemente perdido a sus seres queridos y en la angustia de las personas desaparecidas. Les pido respeto por esas familias”.

Es habitual desde hace años que en los barcos gallegos de pesca de altura no toda la tripulación sea española. En muchos de ellos es frecuente que parte de los marineros y de los oficiales de máquinas —especialmente los de baja graduación— sean africanos, latinoamericanos o asiáticos. Sin embargo, los oficiales de los buques acostumbran a ser gallegos. Desde que se empezaron a jubilar los baby boomers, la generación que se creó en España a raíz de unos 650.000 nacimientos anuales entre finales de la década de los 50 y los 70, los armadores de esta comunidad están teniendo muchos problemas para encontrar un relevo generacional debido a las duras condiciones de vida en alta mar.