miércoles, 23 de mayo de 2007

Horas extras



Horas Extraordinarias; dos palabras que siempre generan polémica en el ámbito laboral.
¿Pero cual es la finalidad última de las horas extras? Aumentar la producción a cualquier precio, en este caso a costa del trabajador, algo a lo que la clase obrera esta tristemente acostumbrada.
La situación comienza con un aumento sostenido de la producción y el patrón decide ahorrarse un nuevo puesto de trabajo a costa de alargar la jornada laboral del trabajador.
La ecuación en apariencia es sencilla, si hay exceso de trabajo hace falta un nuevo puesto en la empresa, así de fácil, pero en vez de eso se alarga la jornada laboral dando lugar a jornadas maratonianas de 12, 14 e incluso más horas. Dando como resultado un lógico bajón en el rendimiento del trabajador y algo mas importante, cansancio físico y psíquico provocado por la prolongada actividad laboral desempeñada además de por unos superiores o responsables muchas veces incompetentes o con esquemas de trabajo ineficaces con los que (según dice la gente resignada) “hay que tragar”.
El trabajador explotado se defiende en muchos casos alegando que “necesita el dinero” y cosas similares, y aunque particularmente el autor es comprensivo con la situación personal de cada trabajador siendo consciente de que cada realidad es diferente y cada persona tiene diversos problemas en la mayor parte de los casos de ámbito económico que necesitan solución día a día; el autor en sus propias carnes ha vivido y vive cada mes el “apretarse el cinturón” al que nos obliga esta sociedad capitalista pero eso no debe ser óbice para eludir el problema ni para ocultarse detrás de otros.
La solución al problema pasa por la necesaria unión asamblearia de la plantilla de cada empresa para alcanzar el bien común, hacer fuerza y realizar las demandas adecuadas, esto es, subida generalizada de salarios de manera paralela e independiente a la categoría profesional del trabajador y no la cuantía de las horas extras, que solo es un placebo para el trabajador acosado por las deudas y/o facturas a las que hacer frente mes a mes y con las que el empresario evita la auténtica cuestión a tratar, esto es, la subida salarial.
Compañero reflexiona sobre este tema, ¿que ganas con las horas extras? Piensa más en tu bienestar, en disfrutar de los tuyos, de una vida saludable y sana, sin ser explotado y con tiempo para vivir, que a veces se nos olvida cuando caemos en la espiral que supone las horas extras y el sobresueldo. Por todo ello, las horas extras son una lacra más en las condiciones laborales de la actualidad, condiciones que cada vez se parecen mas a las de las fábricas inglesas de la mal llamada “revolución” industrial.
Ahora bien, si te gusta ser explotado y ser una marioneta en manos empresariales, adelante, despójate de tu vida privada y social y haz todas las horas extras que puedas; la manera perfecta para que todos los obreros salgamos perdiendo y el empresario consiga la ansiada división entre la plantilla, creando tensión y enfrentamientos entre compañeros, con lo que distrae así a la masa obrera de su verdadero y principal objetivo: la mejora de las condiciones laborales.