Alguna vez que otra, uno se pone a reflexionar sobre la clase de educación que tiene la población española, y lo que es más habitual en personas que llevamos ya cierta edad en el cuerpo, es reflexionar sobre la clase o calidad de educación que se esta dando en esta sociedad a los escolares. ¿Os habéis parado alguna vez a recapacitar sobre la educación que reciben nuestros, hijos o familiares? Últimamente se me ocurren varios conceptos que no puedo encauzar en mi mente. El principal es sobre si es gratuita o no es gratuita…. Se dice que si, pero si nos damos cuenta, me parece que de gratuita tiene bien poco. No te digo que a la hora de matricular a cualquier menor en un centro de enseñanza, se nos cobre la matricula (no en todos los casos) pero en la gran mayoría no hay que pagar nada…. Hasta ahí todo muy bien, gratuito…. Pero si te das cuenta que a la hora de preparar el comienzo del curso, aparte de los gastos mas bien privados en ropa y demás, se nos asalta a mano armada con la compra de los libros, que mas que adquirirlos por la educación de nuestro menores, lo hacemos porque no hay más remedio si queremos que sean escolarizados…. Ahí se acaba ya lo gratuito… el sablazo descomunal por unos libros que seguramente la gran mayoría de los tutores de los menores no se pararan ni a mirar, que es lo que el niñ@ va a aprender en el transcurso de un año. Lo ideal para esta sociedad, es educar a los niños dentro de su sistema, con sus ideas y con lo que es bueno y malo ya preconcebido. Si nos damos cuenta, aparte de la típica cultura general, que cualquiera medianamente escolarizado pueda tener, se les trata de inculcar unos valores que de por si no van a dejar que el desarrollo intelectual del menor salga a flote por si mismo, sino que les engañan con sus ideas, de superación personal, y de que tienes que ser el numero uno en todo, cueste lo que cueste. Para nada importa los valores de solidaridad, libertad, e independencia de pensamiento. Suelen imponerles como normal, el pensamiento de este sistema tan brutal en el que vivimos, metiéndoles en la cabeza valores erróneos, como consumismo, monarquía, fronteras, ejércitos, partidos políticos, religión, etc.… y toda clase de ideas que para ellos son correctas y que el niño sigue como lo más normal del mundo, aceptando como si se tratara de tenerlo inscrito en su cerebro, que lo que es bueno para la mayoría, es bueno para todos… y no es así.
Desde este pequeño comentario, abogo por una educación racional, en la cual se prepare al individuo de manera correcta, adoctrinándolo no solamente en la cultura general, que prácticamente no se da hoy en día, mas bien es una cultura general partidista, ya que el temario de las diferentes asignaturas viene dado según el partido político que regente la comunidad autónoma, orientada sobre todo a los intereses de dicha ideología política. Dar más valores humanos a los pequeños, engrandeciendo su educación con principios, como la libertad, ecologismo, pacifismo, solidaridad, antimilitarismo, y supresión de clases sociales; que seguramente lo harán más persona, y rechazando de plano el egoísmo y la superioridad sobre cualquier otro ser sea en el aspecto que sea. No debemos olvidar el no incluirlo en una religión que pueda coartar su libertad de acción o pensamiento, así como su libertad sexual, y moral, para eso que mejor que la escuela sea una escuela laica, en la cual no se imparta ningún tipo de religión. Intentemos que esos valores sean determinantes, y sobre todo no prepararlo para ser “su” élite, porque gracias a “su” élite así anda la sociedad y el mundo.
El último llamamiento, consiste en que si ya tenemos así a los futuros hombres y mujeres del mañana, y no tenemos más remedio que dejarlos en el sitio erróneo, pero al fin y al cabo es el que hay, que una vez fuera de la escuela, y cuando llegue a casa, nosotros como tutores y familiares, debemos de enseñarle que todo lo que los docentes les han enseñando en el día, no es la verdad absoluta, ni es así porque sus libros lo dicen, que es así por defender los intereses y privilegios de unos pocos, que siguen empeñados en vivir en su mundo de explotación del hombre por el hombre.
Otra educación es posible, por lo menos hagámosla llegar a ellos, poniéndola a su alcance, ya después que el/ella decida, y por encima de todo, decirles que si no piensan como los demás no es raro, los raros son ellos.