lunes, 5 de mayo de 2008

Alcohol y drogas


Es cierto que a los seres humanos nos gusta experimentar cosas nuevas todos los días, divertirnos, reír y pasarla bien con nuestros amigos, pero a veces esto de buscar divertirnos nos hace llegar al consumo de Alcohol y también de drogas… Vemos a muchos tomar alcohol a morir y fumar porros los fines de semana y decir “dejo cuando quiero”, eso realmente nos asusta un poco –aunque muchas veces no lo digamos por vergüenza o no sé qué- y nos preguntamos esas cosas que tú también te preguntás… Imagen
¿Qué son el Alcohol y la Drogas?
El Alcohol y las Drogas son sustancias químicas que alteran el comportamiento, el humor, la percepción o las funciones mentales.

ALCOHOL

Existen seis categorías principales de estas sustancias dependiendo de sus efectos psicológicos o sobre el comportamiento: hipnoticosedantes, analgésicos narcóticos, estimulantes euforizantes, alucinógenos, alcohol y agentes psicotrópicos. El Alcohol ha sido la sustancia psicoactiva más utilizada. En la mayor parte de los países se trata de la única sustancia psicoactiva legalmente permitida sin receta. Los consumidores buscan relajación y bienestar, pero la intoxicación alcohólica altera las funciones mentales y motoras. La ingesta crónica de alcohol puede lesionar el hígado y las células cerebrales y produce adicción, dando lugar al alcoholismo, ingestión diaria de alcohol superior a 50 gramos en la mujer y 70 gramos en el hombre (una copa de licor o un combinado tiene aproximadamente 40 gramos de alcohol, un cuarto de litro de vino 30 gramos y un cuarto de litro de cerveza 15 gramos). El alcoholismo parece ser producido por la combinación de diversos factores fisiológicos, psicológicos y genéticos. Se caracteriza por una dependencia emocional y a veces orgánica del alcohol, y produce un daño cerebral progresivo y finalmente la muerte. El alcoholismo afecta más a los varones adultos, pero está aumentando su incidencia entre las mujeres y los adolescentes, quienes cada vez inician más temprano su consumo. El alcoholismo, a diferencia del simple consumo excesivo o irresponsable de alcohol, ha sido considerado en el pasado un síntoma de estrés social o psicológico, o un comportamiento aprendido e inadaptado. El alcoholismo ha pasado a ser definido recientemente, y quizá de forma más acertada, como una enfermedad compleja en sí, con todas sus consecuencias. Se desarrolla a lo largo de años. Los primeros síntomas, muy sutiles, incluyen la preocupación por la disponibilidad de alcohol, lo que influye poderosamente en la elección por parte del enfermo de sus amistades o actividades. El alcohol se está considerando cada vez más como una droga que modifica el estado de ánimo, y menos como una parte de la alimentación, una costumbre social o un rito religioso. Al principio el alcohólico puede aparentar una alta tolerancia al alcohol, consumiendo más y mostrando menos efectos nocivos que la población normal. Más adelante, sin embargo, el alcohol empieza a cobrar cada vez mayor importancia, en las relaciones personales, el trabajo, la reputación, e incluso la salud física. La persona pierde el control sobre el alcohol y es incapaz de evitarlo o moderar su consumo. Puede llegar a producirse dependencia orgánica (física), lo cual obliga a beber continuamente para evitar el síndrome de abstinencia.

DROGAS

Las diferentes culturas a lo largo de la historia han utilizado diversas sustancias con el objetivo de cambiar el estado de conciencia. Las drogas ejercen su acción modificando ciertos procesos bioquímicos o fisiológicos cerebrales. Los mensajes entre las distintas células nerviosas (neuronas) se transmiten a través de estímulos eléctricos o químicos. Las neuronas no entran en contacto directo entre sí en las sinápsis (espacio entre las neuronas) el mensaje se transmite por sustancias químicas denominadas neurotransmisores. La mayoría de las drogas actúan alterando el proceso de neurotransmisión. Otros actúan modificando la permeabilidad de la membrana neuronal. La mayoría de las drogas producen adicción y algunas pueden producir un grave síndrome de abstinencia al interrumpir su ingesta. Fuera de todo contexto legal, la heroína es la principal droga (analgésico narcótico) empleada en inyección intravenosa para producir euforia. Los opiáceos producen dependencia física y adicción y su retirada produce un síndrome de abstinencia. Los estimulantes euforizantes como las anfetaminas pueden emplearse para suprimir el apetito. El uso ilegal de la cocaína incluye su utilización como euforizantes, como estimulantes, para mejorar el rendimiento físico o mental en situaciones como las competiciones atléticas o los exámenes universitarios, o para prevenir el mareo. Los alucinógenos (fármacos psicodélicos) como el LSD —dietilamida del ácido lisérgico- tiene por objetivo conseguir estados alterados de la conciencia. La marihuana comenzó su consumo como droga en las décadas de 1960 y 1970 y su uso se extendió entre los adolescentes de la época. La marihuana no produce adicción física y su abandono no produce síndrome de abstinencia, pero produce dependencia psicológica. Sus consumidores describen dos fases en los efectos: primero estimulación, mareo y euforia, y después sedación y tranquilidad placentera. Los cambios de humor a menudo se acompañan de alteración en las percepciones de tiempo, espacio y dimensiones del propio cuerpo. Muchos consumidores refieren aumento del apetito, aumento de la percepción sensorial y sensación de placer. Los efectos negativos incluyen confusión, ataques de ansiedad, miedo, sensación de desamparo y pérdida de autocontrol.