La organización anarcosindicalista realizó el martes 6 de mayo una concentración en Madrid como parte de su campaña de acción directa iniciada tras la demanda judicial de la SGAE. El martes 
6 de mayo dio comienzo la serie de concentraciones programadas por la Federación Local de Sindicatos de la Confederación Nacional de Trabajo de Madrid. Con motivo de la medalla de oro entregada por la entidad Egeda al presidente de la SGAE, José Luis Borau, medio centenar de personas se concentraron frente al Palacio de Congresos del Paseo de la Castellana, con la finalidad de informar a asistentes y transeúntes del conflicto que la Sociedad General de Autores y Editores ha iniciado contra el sindicato.
Durante la protesta, de casi dos horas de duración, los anarcosindicalistas repartieron cientos de panfletos e informaron megáfono en mano de las actuaciones de la SGAE, haciendo de esta manera que a Borau se le atragantara su medalla de oro.
Los concentrados, que apenas recibieron muestras de apoyo de los ilustres asistentes a la gala si exceptuamos el afectuoso saludo del inigualable José Manuel Parada, corearon consignas como “No a la SGAE”, “Libertad de expresión”, “La cultura no es un negocio”, “Pico y pala para los de la SGAE” y “No son autores, son recaudadores”.
Los próximos días 8 y 13 de mayo continuarán las concentraciones cenetistas contra la SGAE. El jueves 8 el sindicato se concentrará a las 10.30 horas frente a la sede de la entidad (C/ Fernando VI, 4, metro Alonso Martínez) con motivo de la reunión de su junta directiva. El martes 13, se hará acto de presencia a partir de las 15.30 horas en la asamblea general extraordinaria que la SGAE celebrará en el Auditorio Antonio Vicente Mosquete (Complejo Deportivo y Cultural Once), situado en el Paseo de la Habana, 208 (metro Duque de Pastrana).
Este conflicto ha sido iniciado por la actitud intolerante de la SGAE, que ha demandado a la Confederación Nacional del Trabajo por un comunicado crítico de uno de sus sindicatos. La sociedad presidida por José Luis Borau pide 6.000 euros y una rectificación a la central anarcosindicalista. La SGAE ha tomado la postura de intentar acallar las críticas a su gestión utilizando a su legión de abogados. Su último objetivo ha sido el diario Público, al que pide 30.000 euros simplemente por informar.
6 de mayo dio comienzo la serie de concentraciones programadas por la Federación Local de Sindicatos de la Confederación Nacional de Trabajo de Madrid. Con motivo de la medalla de oro entregada por la entidad Egeda al presidente de la SGAE, José Luis Borau, medio centenar de personas se concentraron frente al Palacio de Congresos del Paseo de la Castellana, con la finalidad de informar a asistentes y transeúntes del conflicto que la Sociedad General de Autores y Editores ha iniciado contra el sindicato. Durante la protesta, de casi dos horas de duración, los anarcosindicalistas repartieron cientos de panfletos e informaron megáfono en mano de las actuaciones de la SGAE, haciendo de esta manera que a Borau se le atragantara su medalla de oro.
Los concentrados, que apenas recibieron muestras de apoyo de los ilustres asistentes a la gala si exceptuamos el afectuoso saludo del inigualable José Manuel Parada, corearon consignas como “No a la SGAE”, “Libertad de expresión”, “La cultura no es un negocio”, “Pico y pala para los de la SGAE” y “No son autores, son recaudadores”.
Los próximos días 8 y 13 de mayo continuarán las concentraciones cenetistas contra la SGAE. El jueves 8 el sindicato se concentrará a las 10.30 horas frente a la sede de la entidad (C/ Fernando VI, 4, metro Alonso Martínez) con motivo de la reunión de su junta directiva. El martes 13, se hará acto de presencia a partir de las 15.30 horas en la asamblea general extraordinaria que la SGAE celebrará en el Auditorio Antonio Vicente Mosquete (Complejo Deportivo y Cultural Once), situado en el Paseo de la Habana, 208 (metro Duque de Pastrana).
Este conflicto ha sido iniciado por la actitud intolerante de la SGAE, que ha demandado a la Confederación Nacional del Trabajo por un comunicado crítico de uno de sus sindicatos. La sociedad presidida por José Luis Borau pide 6.000 euros y una rectificación a la central anarcosindicalista. La SGAE ha tomado la postura de intentar acallar las críticas a su gestión utilizando a su legión de abogados. Su último objetivo ha sido el diario Público, al que pide 30.000 euros simplemente por informar.
