Ponen a la venta la casa de Hitler y vecinos temen que la adquieran nazis.
La casa donde vivió Adolf Hitler en la ciudad austriaca de Braunau am Inn, fue puesta a la venta y se desató la polémica entre los residentes locales que temen que sea adquirida por nazis o fanáticos que hacen culto al nazismo.
La casa, una edificación modesta, donde Adolf Hitler nació en 1889 fue puesta en el mercado con un precio de venta de más de 3 millones de dólares.
“Todo el mundo va a llegar a Braunau sólo para mirar este “museo” de Hitler,” explicó sus temores el alcalde de la ciudad.
Según el alcalde, las autoridades municipales deben comprar la casa para poder controlar su destino en el futuro.
Sin embargo, la cifra es demasiado alta para la ciudad de Braunau que, si se lo pudiese permitir, hubiera comprado la propiedad para evitar el riesgo de que se convierta en referencia para nostálgicos o nazis.
Actualmente, el edificio es utilizado por una organización para discapacitados y, en distintos momentos, ha sido una biblioteca, un banco y un instituto técnico.
En 1945 antes de llegar a la ciudad las tropas libertadores de los aliados, fanáticos nazis trataron de explosionarla pero fracasaron en su intento.
En 1952 la casa fue devuelta a sus propietarios, los Pommer, que ahora quieren ponerla en venta para librarse de tamaña responsabilidad.
Algunos historiadores propusieron que la casa de Hitler se transforme en un museo, pero se trata de una iniciativa a la que se opone el alcalde de la ciudad, pues ve inconveniente la posibilidad de que ello estimule la visita de turistas nazi-fascistas, de todo el mundo.
La única “señal” visible que refiere la historia de esa casa es un pequeño monumento dedicado a la memoria de las víctimas del nazismo.
La casa donde vivió Adolf Hitler en la ciudad austriaca de Braunau am Inn, fue puesta a la venta y se desató la polémica entre los residentes locales que temen que sea adquirida por nazis o fanáticos que hacen culto al nazismo.
La casa, una edificación modesta, donde Adolf Hitler nació en 1889 fue puesta en el mercado con un precio de venta de más de 3 millones de dólares.
“Todo el mundo va a llegar a Braunau sólo para mirar este “museo” de Hitler,” explicó sus temores el alcalde de la ciudad.
Según el alcalde, las autoridades municipales deben comprar la casa para poder controlar su destino en el futuro.
Sin embargo, la cifra es demasiado alta para la ciudad de Braunau que, si se lo pudiese permitir, hubiera comprado la propiedad para evitar el riesgo de que se convierta en referencia para nostálgicos o nazis.
Actualmente, el edificio es utilizado por una organización para discapacitados y, en distintos momentos, ha sido una biblioteca, un banco y un instituto técnico.
En 1945 antes de llegar a la ciudad las tropas libertadores de los aliados, fanáticos nazis trataron de explosionarla pero fracasaron en su intento.
En 1952 la casa fue devuelta a sus propietarios, los Pommer, que ahora quieren ponerla en venta para librarse de tamaña responsabilidad.
Algunos historiadores propusieron que la casa de Hitler se transforme en un museo, pero se trata de una iniciativa a la que se opone el alcalde de la ciudad, pues ve inconveniente la posibilidad de que ello estimule la visita de turistas nazi-fascistas, de todo el mundo.
La única “señal” visible que refiere la historia de esa casa es un pequeño monumento dedicado a la memoria de las víctimas del nazismo.
