Esta columna le debe su nombre a Francisco Maroto del Ojo, anarquista granadino, de Guadix. A la llegada del regimen republicano burgués era un conocido militante del Ramo de la Madera de la CNT, siendo ebanista de profesión. En septiembre de 1932 representó a los sindicatos granadinos en el Congreso de Sevilla en cuyo transcurso se opuso con éxito a que se aprobara un “programa” de comunismo libertario y en 1936 en el Congreso de Zaragoza como delegado del Sindicato de la Madera de Alicante. Iniciada la Revolución española su figura adquirió mucho relieve: encabezó la Columna de Milicias de su nombre y después, una vez militarizada, la 147 Brigada Mixta que operaba en las comarcas guadijeñas e intervino decisivamente en la reconquista de Córdoba y Granada. De espíritu independiente y defensor acérrimo de las prerrogativas anarquistas, chocó con comunistas y republicanos, se enfrentó a Morón, gobernador de Almería, en febrero de 1937, en el transcurso de un mitin en la capital almeriense en el que atacó violentamente al mismo, es detenido y encarcelado en el buque "Jaime I" y luego en un cuartel de ametralladoras, procesado y condenado a muerte bajo la acusación de inteligencia con el enemigo, insidias comunistas, etc.
El tiempo que pasó encarcelado, fue de continua presión anarquista para que se le liberara, ya que era muy popular en Andalucía y su condena produjo enorme indignación
Tras ser indultado, se le aparta del mando de la Brigada, quedando nula la sentencia en marzo de 1938. En Baza se reunió con García Oliver y parece que coincidieron en la conveniencia de poner en marcha el plan guerrillero "Camborio". Ya en 1938, y en el transcurso de una ofensiva se fracturó una pierna, lo que le obligó a permanecer hospitalizado en Almería y Guadix. Asistió al pleno andaluz de la CNT en septiembre, en Baza, donde polemizó duramente con Zimmermann y sostuvo la candidatura de M. Perez para secretario regional. Al final de la guerra, logró llegar a Alicante, pero es detenido, torturado y de inmediato fusilado por los falangistas.