Adolf Hitler no fue un héroe en la I Guerra Mundial, ya que siempre estuvo alejado del frente de batalla, y el antisemitismo y radicalización que le llevaron al poder años después no nacieron a raíz de la dolorosa derrota en la contienda.
Así lo afirma el historiador de la Universidad de Aberdeen (Escocia) Thomas Weber en su libro "La primera guerra de Hitler", en el que asegura que la trayectoria del dictador en la I Guerra Mundial fue una elaborada fabricación del régimen nazi. Weber basa su afirmación en nuevas cartas y documentos descubiertos en archivos alemanes, que sugieren que Hitler no sólo no fue un héroe en el campo de batalla, sino que sus compañeros se referían a él como "etappenschwein", "un cerdo de la retaguardia".
Hasta ahora, el consenso de los historiadores era que Adolf Hitler se jugó la vida como portador de mensajes entre el mando y el frente de batalla, pero los papeles a los que ha tenido acceso Weber indican que era un mensajero de retaguardia y que siempre estuvo a más de 5 kilómetros de la primera línea. Ell Partido Nazi invirtió tiempo y dinero para suprimir cualquier evidencia física de la auténtica historia del "Führer" durante la guerra, con el objetivo de convertirlo en un político popular.
El mito de Hitler como soldado valiente y la camaradería que vivió en las trincheras fue algo que el Partido Nazi usó desde el principio para extender su influencia más allá de la extrema derecha. Los nazis hicieron todo lo posible para proteger esta idea, destacó Weber, quien aseguró tener constancia de que unas memorias escritas por uno de los compañeros de Hitler fueron significativamente alteradas tras su publicación en 1933.
Lo que los nazis consiguieron convertir en hecho histórico es que la I Guerra Mundial fue el caldo de cultivo político de Hitler, que se radicalizó por sus vivencias y su sentimiento de que Alemania fue humillada por los aliados con el Tratado de Versalles. Pero la realidad, era que la vida de Hitler durante la guerra era su auténtico talón de Aquiles y que los nazis temieron durante mucho tiempo que su versión de los hechos se colapsara como un castillo de naipes si se conocía la versión de quienes estuvieron con él, o cerca de él, durante la contienda. Si Hitler vio reconocido su esfuerzo militar con la Cruz de Hierro fue porque estaba muy bien conectado, y no porque fuera un soldado valiente.
Hitler exageró el relato acerca de que fue el único soldado de su regimiento que sobrevivió a una batalla contra fuerzas británicas de élite. El historiador fundamenta la gran parte de sus revelaciones en los archivos del 16 Regimiento de Reserva de la Infantería Bávara, que hasta ahora no habían sido catalogados ni utilizados por los estudiosos.
Weber los encontró prácticamente intactos en el Archivo de Guerra de Baviera, porque habían sido traspapelados e incluidos en el archivo general de la división a la que pertenecía el regimiento al que estaba adscrito Adolfo Hitler. Es más, ni siquiera la mitad de los supervivientes del regimiento apoyaron políticamente a Hitler tras la guerra y en el año 1933 sólo el 2% de ellos era miembro del Partido Nazi. En este sentido, Hitler sólo acudió a una reunión de veteranos de su regimiento, en 1922, en la que fue "fríamente ninguneado", por lo que nunca regresó, ni siquiera en 1934 cuando ya estaba en el poder y sus compañeros se reunieron para conmemorar el 20 aniversario del inicio de la I Guerra Mundial.