La ley actual ya contempla que a los parados se les puede retirar la prestación de desempleo si rechazan tres ofertas de trabajo provenientes de los Servicios Públicos de Empleo (SPEE). El problema es que la utilidad de este órgano público para colocar parados ha quedado en entredicho durante la crisis. Los datos lo confirman: solo un 3% de los puestos de trabajo que se generan al año son intermediados por el antiguo INEM, según informa el propio Gobierno.Con la última reforma laboral entran a escena las empresas de trabajo temporal (ETT) y otras empresas privadas que asumirán el papel de colaboradoras son los SPEE de las comunidades autónomas en la búsqueda de empleo de los parados.
A través de un convenio entre ETT y el organismo público, las primeras tendrán acceso a cruzar sus bases de datos con las de los Servicios Públicos. Se considera también que se tendrá que aplicar igualmente la sanción de la pérdida de la prestación por desempleo a quienes rechacen tres ofertas de de trabajo de las ETT.
Esto también sucederá cuando sea una ETT la que descuelgue el teléfono y realice tres llamadas ofreciendo hasta tres empleos adecuados al perfil del parado y éste los rechace.
