viernes, 18 de enero de 2013

El infierno existe: cárcel de Freetown en Sierra Leona




Valora la vida y las pocas pertenencias que tienes, porque consuelo de tontos, como dice el viejo refrán, hay personas en el mundo que están peor que tú. Es el caso de los jóvenes privados de la libertad que subsisten con la sarna y el miedo en la cárcel de Freetown en Sierra Leona. Un triste lugar donde viven los miserables de los miserables, esperando por justicia. 

Los reclusos tienen que sobrevivir con una comida diaria que es un plato de arroz con unas hojitas de mandioca. El agua está racionada a medio litro al día y todavía menos en la sección de presos preventivos. No hay agua para lavarse excepto que los presos la puedan comprar. No hay letrinas. El servicio de salud apenas existe, si quieres ver al medico tienes que pagar, las medicinas brillan por su ausencia. Los presos no tienen dinero. Las infecciones por hongos y la sarna está generalizada por las condiciones de hacinamiento. Muchos duermen en el suelo, sin colchones ni mantas. Todos los presos de la sección de preventivos, unos 250, están hacinados durmiendo en el suelo. A esto hay que sumar las largas estancias, años, hasta que los casos son resueltos en los tribunales. Este limbo jurídico es muy traumático: algunos menores de edad- que esperan justicia durante años por robar una bolsa de harina. que viven en duras condiciones, esperando recibir algún día algo más que una “comida diaria”. Negligencia, inoperancia, falta de interés en el  "trabajo"  que hacen los policías y jueces; falta de medios y voluntad para identificar las edades de los menores. En sierra Leona, y muchos países, los sospechosos de delitos son tratados como culpables muy duramente sin apenas derecho a la defensa.