Convocaron dos huelgas generales contra la reforma laboral del Gobierno de Rajoy, y son ahora quienes la aplican con todas las consecuencias en su propia casa. El "sindicato" amarillo UGT ya ha puesto en marcha en Andalucía su plan de saneamiento para ajustar ingresos y gastos durante 2013. Este plan incluye una importante reducción de plantilla entre su personal administrativo, empleados laborales y los técnicos de los programas de formación. El plazo de negociación ha terminado y el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ya es una realidad en este "sindicato"-empresa.
Así, un total de 160 trabajadores, adscritos a los programas de empleo, y 30 empleados de distintos departamentos de la central reformista han ido directamente al paro, mientras que otros 57 han formado parte de una regulación temporal (ERTE). La medida ha salpicado también a la provincia. Una veintena de empleados de los distintos programas formativos ha concluido su actividad, mientras que en el ERE han entrado dos trabajadores y en el ERTE, seis. La plantilla del "sindicato" vendeobreros se ha manifestado.,diciendo que, pese a las medidas que impone su "sindicato", seguirán luchando contra la actual reforma laboral.
El vicesecretario general de Organización de UGT, el "proletario" Francisco Fernández, ha tenido que dar explicaciones ante las medidas de ajuste que está aplicando su empresa y las ha justificado debido a la "delicada situación económica" por la que atraviesa la organización "obrera". No, si al final resulta que van a estar rozando la indigencia. Dos motivos han obligado a aplicar este plan de ajuste. Por un lado, el descenso en las afiliaciones y, por otro, la pérdida de los programas de formación y empleo, una de las principales fuentes de ingresos del "sindicato", cosa ésta que ni él mismo se la cree. "De lo que se trata ahora es de equilibrar los ingresos a los gastos», confirmó que las cuentas del "sindicato" colaboracionista arrojarán déficit en el balance de 2012. Fernández señaló al respecto que el número de afiliados disminuyó en 2011 y volvió a descender en 2012, "lo que ha significado una caída de hasta el 10% en los ingresos". Y es que las cuantiosas subvenciones que perciben a cuenta del erario público les debe de saber a poco.
