sábado, 13 de agosto de 2016

España: La pesadilla del desempleo juvenil

 
Contratos en prácticas o por obra y servicio, becas no remuneradas, jornadas interminables por un salario que apenas supera el mínimo interprofesional... Es la realidad laboral que viven l@s jóvenes en España, la generación mejor formada, pero también la más invisible del mercado laboral. 
La mejora de las cifras de empleo en España en los últimos años ha sido insuficiente para contener la sangría de jóvenes que permanecen fuera del mundo laboral. El estudio indica que más de uno de cada cinco españoles en esa edad —el 22,2%—, dedica su tiempo a otras actividades, una consecuencia de la elevada tasa de paro juvenil española, que supera el 40% y solo es inferior a la de Grecia en toda la UE. El lastre que ha supuesto para España la fuerte subida del desempleo en una franja de edad donde muchos jóvenes ya han dado por terminados sus estudios ha dejado fuera de juego a miles de ellos.

Un efecto del aumento de la dificultad para encontrar empleo en la España actual frente a la de antes de la crisis es la extensión de los estudios hasta edades más avanzadas. Si en 2006 solo el 28,6% se dedicaba en exclusiva a tareas académicas, en 2015 eran el 46,3%, un dato coherente con la caída de la tasa de jóvenes que solo trabajan, que se ha reducido prácticamente a la mitad desde el 44,3 al 22,2%. Solo en Grecia hay menos. 
 
Escenario laboral

La pesadilla del desempleo. España tiene 7,2 millones de habitantes con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años (el 15,5 % de la población), 328.400 en Galicia. Los datos son elocuentes: la tasa de paro para los menores de 25, si bien se ha reducido algo desde el pasado año, está aún demasiado próxima al 50 %, en concreto en el 46,5 % del total y es más del doble de la tasa de paro general, según la última Encuesta de Población Activa, correspondiente al segundo trimestre de este año. En lo que respecta a Galicia, según la misma encuesta, la tasa de paro del colectivo con edades entre 16 y 34 años baja al 26,6 %.

Efecto desánimo

Crece el número de los que tiran la toalla. Además de en el abultado desempleo, los sindicatos también ponen el foco sobre la preocupante caída de la población activa más joven. El número de activos de entre 16 y 34 años sufrió un retroceso anual, según la última EPA, cercano a las 140.000 personas, mientras que los inactivos -quienes, en edad y situación de trabajar, no buscan empleo- se elevaron en casi 149.000.
 
 
 
 
España, en el top ten europeo. De hecho, la oficina estadística europea, Eurostat, publicó ayer un estudio en el que situaba a España entre los países con mayor número de jóvenes que ni estudian ni trabajan, los bautizados como ninis. Nuestro país es el quinto -empatado con Chipre-, con un 22,2 % de ninis, solo por detrás de Italia (31,1 %),  Grecia, Croacia, Rumanía y Bulgaria, a distancia de la media europea (17,3), y triplica a la de Holanda, que es la más baja. Aún peor es constatar que en la última década España ha sido el tercer país en el que más se ha incrementado (nueve puntos) el porcentaje de jóvenes que desisten de acceder al mercado laboral pero también tiran la toalla con su formación.

En riesgo de exclusión
 
El Consejo de la Juventud de España  destacaba ayer que los jóvenes han desbancado a la tercera edad y a la infancia como «colectivo con mayor riesgo de exclusión social», debido a su «difícil» situación laboral. Altas tasas de desempleo, temporalidad, parcialidad, salarios por debajo del resto de las edades y tasas de pobreza o exclusión social alarmantes, una situación que se agudizó aún más con la entrada en vigor de la reforma laboral.