"Sólida", "sana" y "social", así es la recuperación económica en palabras de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, asegurando que España vive una "primavera del empleo"... ahora se crea empleo de mayor calidad que el que se fue con la crisis, se ha recuperado el 82% del empleo indefinido destruido por la crisis y solo el 44% del temporal, que la mayor parte del empleo creado es a tiempo completo y que hay más mujeres ocupadas que nunca antes. Nada más lejos de la realidad
Horas trabajadas
Además del número de ocupados, personas con un empleo, hay otro dato que sirve para medir la intensidad de ese empleo: las horas efectivas trabajadas. Hoy hay 18.813.300 ocupados, unos 200.000 más que hace seis años, y, sin embargo, se trabajan menos horas. Si en el segundo trimestre de 2009 las horas efectivas trabajadas a la semana eran 654 millones, hoy son 613 millones. Es decir, más empleos pero con menos horas de trabajo.
Subempleo
Los subempleados son aquellos que trabajan menos horas de las que desean. Esa cifra fue creciendo durante la crisis y ahora, después de varios trimestres reduciéndose, arroja el resultado de 1.941.100 de personas subempleadas, un nivel similar al de finales de 2008. El fenómeno afecta más a las mujeres: si al comienzo de la crisis el número de mujeres y hombres subempleados era parejo, la brecha se ha ido ensanchando durante estos años. Ahora hay 784.300 hombres subempleados y 1.156.800 mujeres en la misma situación.
Paro de larga duración
Es uno de los problemas estructurales del paro en España: 2.135.600 personas llevan más de un año buscado un trabajo. De ellas, algo más de medio millón buscan empleo desde hace más de dos años. Es decir, más de la mitad de personas en paro son paradas de larga duración. La cifra no deja de crecer. En el segundo trimestre de 2009 este colectivo era aproximadamente de un millón de personas.
Asimismo, parece que la recuperación no ha afectado por igual a hombres y mujeres en esta situación de desempleo estructural. Los datos señalan que los hombres que llevan más de un año buscando empleo lo encuentran antes que las mujeres.
Temporalidad
El grueso de los nuevos ocupados tienen un contrato temporal. Aunque la mayoría de asalariados tienen un contrato indefinido, los datos muestran que una parte de ocupados sufren una alta rotación en el trabajo. Durante los primeros años la destrucción de empleo se concentró en los temporales, más baratos de despedir, y la tasa de temporalidad se redujo. Sin embargo, desde 2015 ha vuelto a crecer y ahora está en el 26,8%. A mediados de 2009, era del 29,3.
Pero, ¿tenemos el mismo empleo que hace ocho años? No. Ahora mismo tenemos medio millón de contratos más a jornada parcial que al inicio de la crisis. Los que más han caído son los contratos indefinidos a tiempo completo, que se han perdido más de 600.000 desde 2009.