Floreal Rodríguez de la Paz
La Federación Anarquista Ibérica ¡solo es historia! Pasa por su momento más espectacular desde su fundación en 1927. Pero la FAI no puede desaparecer, por mucho que medien las Ideas difamadoras. No es posible entender que la FAI, en tanto que organización inspirada en ideas anarquistas, vaya a permitirse pasar de su madurez revolucionaria, pensando en que ´solo fue un escenario para la Historia, desde donde poder recordar que nació para acabar con las brutales imposiciones de los gobiernos de Estado; dejando a un lado a los vivos muertos, tapados con la tierra que lo cubre todo. ”No será posible permitirlo, porque la cultura que enseña a sus seguidores, sigue creyendo que es posible cuanto hicieron nuestros maestros, también de los osados que supieron luchar, con la fuerza revolucionaria, dejando la vida en las barricadas, sin permitir salir de ‘ellas’, porque la sociedad anarquista, es precisamente, por lo único que merece mover las rebeldías más exigentes, con fines concretos, para establecer la sociedad sin Estado jerarquizado y manipulado por el capitalismo, siempre político.
¡La FAI no nació para ser un ‘objeto decorativo’, que sólo cumple un papel figurativo, según se pretenda situar ‘el obligado cometido’. Todo al nacer es registrado con nombre y apellidos, no siendo posible cambiar o reformar ‘aquello que fuera creado con la fuerza mayor’, que fuera siempre los grandes amores, con esa naturaleza humana que certifica siempre, saber qué somos, qué deseamos y por qué luchar siempre por todo ello. Pensemos en lo importante que resulta durante toda la vida, saber que yo, soy yo, con nombre propio, sin posibilidad de falsear el origen.
Viene a cuento citar el ejemplo de cuanto sucede, con el tema de CNT-AIT y CNT-CIT. ¡Qué vergüenza, revolucionarios! Salir de casa un día, cambiando lo que no es posible. Pero es cierto que la FAI no podría encontrar otras siglas, por mucho que se mezcle la intención para deformar resultados. La FAI, va dedicando a los grupos que la componen, cierto criterio, que no puede ni debe permitir que, “instintos de otras culturas anti libertarias”, vengan a confrontar lo que bien es cierto que sucede desde que terminara la Guerra Civil desde 1939. Es muy probable que la FAI esté obsesionada por la idea de que ‘la vida es corta’ y todo es diferente según de qué generación tengamos que mencionar. Los cansados de luchar por lo que se entendió que había que hacer algo; tal vez, es lógico considerarlo así, para que no quedase todo en meras críticas, casi nunca revolucionarias, en caso de salir de lo libertario.
La FAI, hoy 2021, tiene que ser observada como un etcétera, que no puede olvidar su Pacto Asociativo, salvo que se pretenda olvidar lo que hicieron padres y abuelos, en su gran mayoría desterrados de la vida social humana. ¡Qué sabe la FAI de ese Pacto Asociativo! ¡Como es posible ver que ‘los grupos de la FAI se refugien en el pasado, escribiendo lo que tantos otros hicieron! ¿Por qué el Pacto Asociativo está aparcado, sin otro interés que recordar, lo menos posible, aunque siempre con opiniones fugaces, dando la impresión de que se conoce, pero, bien es cierto, que no se respeta? Por qué hablar del Pacto Asociativo si no es considerado, para defender las ideas en reuniones de conferencias, plenos, o cualquier otro obligado encuentro, sobre todo anarquista. Vaya con la FAI de 2021; escenario de asistentes observadores, sin más satisfacción que “rememorar lo que hicieron otros”.
Y cómo entender que tengamos que comentar situaciones así, sabiendo que sufrimos constantemente el complejo estado inamovible, con resultado de no hacer absolutamente nada, para que el Pacto Asociativo sea respetado, con fines revolucionarios, porque de nada sirve que nos pongamos en la solapa un PIN de la FAI.
Aunque, tal vez, sea obligado decir, que, quien escribe estas tristes opiniones, pasó por las cárceles de la península ibérica, en tanto que libertario de la CNT-AIT; con el peso de 20 años de condena, aunque al morirse el dictador, sólo fueron cumplidos ‘ocho años de semejante condena. Y es necesario decir igualmente, que los que murieron por las ideas anarquistas merecen nuestro respetable y humano recuerdo. Pero, que no vaya la FAI, a considerar que escribir en nuestros ‘voceros’ batallas que nunca más serán puestas en el escenario de hoy en 2021. Y no es posible porque la historia se repite “en teoría” constantemente; pero sirve de poco o de nada. Estamos obligados a desear lo mismo de siempre, según nuestras teorías libertarias, pero dejando huellas revolucionarias, olvidadas, sin saber que el Pacto Asociativo debe alimentar toda duda; para que las luchas por la Sociedad Anarquista, sea una realidad posible; dejando a un lado los miedos personales; dejando a un lado ‘perder el tiempo’; porque de tiempo está echa la vida.
Cualquier verdad debe ponerse de moda, porque no estamos en la edad que no sabe caminar o resolver cuanto nos queda por despejar, si no es que pretendemos estar dentro de casa, con la belleza tan limitada del caracol. ¡No sería posible hacer nuevo Pacto Asociativo! Pero sí es posible que entremos en un clima crítico, para ver si somos capaces de orientar, dando relieve a cuanto no se sabe ‘ por que no estamos anclados en “un puerto triste, esperando el milagro”. Los libertarios no creen en milagros, por el solo hecho de que, ni dioses ni amos. ¡Donde está la FAI! ¡Que hace la FAI que ‘su recuerdo’, hace sonreír a las generaciones que ya ven la guerra civil ‘aquella’, como un pasado triste, pero que nada tiene que ver con la verdadera actualidad social que tenemos.
Es un verdadero lujo recordar las plumas que escribieron siempre cómo hacer la Revolución Social; y nosotros estamos defendiendo el intento de salir de los desiertos arenosos, sin más naturaleza que sobrevivir, aunque la sequía y los alimentos sigan siendo el espejismo, sin más ilusión que la resignación. Es muy posible que la FAI, al leer estos comentarios, se proponga despertar, aunque sólo sea para salir del aburrimiento y de la aplastante ‘duda’ de por qué no salir ya del aspaviento tan relevante. Las FAI tiene el mejor Pacto Asociativo que nunca más se supo discutir en los climas más auténticos del Movimiento Libertario de todos los tiempos.
Quienes quieran salirse del Pacto Asociativo, nada tan sencillo; que se vayan al mundillo de las políticas de Estado, pues allí nunca estarán los libertarios, como es el caso de nuestro tiempo anarcosindicalista, llamados también CIT; ilusos que mueven el dinero que no les pertenece y porque no llevan ideas libertarias.
Publicado en el último número de "Humanidad Libre" de Lugo