
Tras la  acción CONSUME HASTA MORIR  contra el despilfarro y el consumismo que  realizamos en las calles de Elche el pasado 24 de diciembre,  conjuntamente con miembros del Grupo Antimilitarista Tortuga y la Colla  Ecologista El Campaná, donde varios participantes fuimos identificados  por las diversas policías, un miembro de CNT-AIT participante en el acto, ha  recibido una multa de 300 € del Ayuntamiento de Elche, basándose en  una Ordenanza Municipal de Limpieza, donde entre otras prohibiciones  figuran la colocación de carteles y pancartas en la vía publica,  pintadas, reparto de octavillas   fuera de buzones o sin autorización, etc. ¿?La multa  ya ha sido conveniente recurrida, lo siguiente es seguir ejerciendo  nuestros derechos, seguir difundiendo nuestras ideas por todos los  medios a nuestro alcance, esta es nuestra primordial batalla.  Así que os adelantamos lo que será el texto impreso en un nuevo panfleto, que repartiremos en la calle. ¿A  esto  lo llaman limpieza? Esto se llama censura, censura a unas ideas y  a unos  colectivos en concreto. Al poder siempre le preocupa acallar las voces  críticas. Y más en los tiempos que corren, cuando el esfuerzo  para  entretener a la plebe se torna más difícil. Y tienen todos los medios  controlados, sus grandes medios, la televisión, sus periódicos, sus  empresas de entretenimiento y fábricas de ilusiones. Y al mismo tiempo  acallan, suprimen los medios que ellos no controlan: La calle y la Red.  Ahí se escuchan las otras voces, las que el gobierno y las empresas no  pueden controlar. Al menos lo intentan. No   quieren ver nuestros carteles, pero sobre todo quieren que la gente no   los vea, y piense que hay quien, disconforme con la sociedad y el sistema en que vivimos, esta construyendo otra forma de hacer las cosas. Las   ordenanzas municipales de todo tipo, destinadas a esconder todo lo que   el sistema no quiere ver, no solo la expresión y la protesta, sino la  exclusión social que ellos mismos propician, no son más que una nueva forma de control social , que asegura el éxito de su implantación, gracias a que se regula con probado afán recaudatorio, además de decantarse en su faceta más represiva contra personas y organizaciones de expresión popular, no solo a nivel político, sino a también a nivel cultural, social o de ocio.Pero   estamos en nuestro derecho, a la libertad de expresión y de acción, a la  libertad de información y a la libertad sindical, no nos van a coartar,  no nos van a callar.La calle está viva.    La calle habla.   La calle baila.   La calle canta.