La policía griega reprimió con gases lacrimógenos a miles de manifestantes que se congregaron ayer, 23 de febrero en la Plaza Syntagma de Atenas para exigir la renuncia del primer ministro Yorgos Papandreu, en el marco de una nueva huelga general.
Al grito de "íDespués de Ben Ali y Mubarak, ahora toca a Papandreu!" y " íPapandreu vete, el pueblo no te quiere!", miles de personas recorrieron las calles de la capital griega para protestar contra el plan de recortes del gobierno.
El avance de los manifestantes fue interrumpido casi a su llegada a la Plaza Syntagma por cientos de policías que fueron desplegados en la zona, desatándose prácticamente una batalla campal, que se prolongó por alrededor de una hora.
La policía lanzó gases lacrimógenos contra la multitud, mientras que grupos de manifestantes comenzaron a responder la actuación policial.
La policía buscaba impedir que la gente permaneciera en la plaza Syntagma como pidió Alavanos y que se provocará alguna situación similar como la que se vivió en enero pasado en Túnez y a principios de mes en El Cairo.
Alrededor de un millar de jóvenes, en su mayoría del movimiento anarquista, se plantó en la plaza Syntagma con carteles en los que se leían consignas contra Papandreu y la Unión Europea como: "Estamos muriendo", "No podemos más" y "Papandreu vete".
Hasta por la tarde los jóvenes protestaron pacíficamente en medio de contenedores llenos de los desechos incendiados, piedras y los restos de cócteles molotov que fueron utilizados en los choques con las fuerzas policiales.
La huelga general de este miércoles, la décima en los últimos meses, mantuvo paralizado el servicio del transporte público, oficinas, públicas, los medios de comunicación, además de comercios y centros de entretenimiento.
En tanto, algunos sectores trabajaron de manera parcial, como los controladores del Tránsito Aéreo, que suspendieron sus operaciones por cuatro horas y los hospitales y clínicas de todo el país, que sólo atendieron en las salas de urgencia.
Al grito de "íDespués de Ben Ali y Mubarak, ahora toca a Papandreu!" y " íPapandreu vete, el pueblo no te quiere!", miles de personas recorrieron las calles de la capital griega para protestar contra el plan de recortes del gobierno.
El avance de los manifestantes fue interrumpido casi a su llegada a la Plaza Syntagma por cientos de policías que fueron desplegados en la zona, desatándose prácticamente una batalla campal, que se prolongó por alrededor de una hora.
La policía lanzó gases lacrimógenos contra la multitud, mientras que grupos de manifestantes comenzaron a responder la actuación policial.
La policía buscaba impedir que la gente permaneciera en la plaza Syntagma como pidió Alavanos y que se provocará alguna situación similar como la que se vivió en enero pasado en Túnez y a principios de mes en El Cairo.
Alrededor de un millar de jóvenes, en su mayoría del movimiento anarquista, se plantó en la plaza Syntagma con carteles en los que se leían consignas contra Papandreu y la Unión Europea como: "Estamos muriendo", "No podemos más" y "Papandreu vete".
Hasta por la tarde los jóvenes protestaron pacíficamente en medio de contenedores llenos de los desechos incendiados, piedras y los restos de cócteles molotov que fueron utilizados en los choques con las fuerzas policiales.
La huelga general de este miércoles, la décima en los últimos meses, mantuvo paralizado el servicio del transporte público, oficinas, públicas, los medios de comunicación, además de comercios y centros de entretenimiento.
En tanto, algunos sectores trabajaron de manera parcial, como los controladores del Tránsito Aéreo, que suspendieron sus operaciones por cuatro horas y los hospitales y clínicas de todo el país, que sólo atendieron en las salas de urgencia.
