Gracias ZP, me has vuelto a llevar a mi mas tierna juventud. Sin tí no recordaría, lo que es sentarse en una plazoleta tieso de frío, con un refresco y un paquete papas en la mano para dos. Mi chica al lado, haciendo planes de futuro y compartir la pavita de un pitillo. Te lo digo yo, trabajador de 38 años, parado y sin un duro para poder gastar.
Ah, aquellos maravillosos años !!!