lunes, 29 de enero de 2018

Cádiz: crónica de una lápida prohibida


CRÓNICA DE UNA LÁPIDA PROHIBIDA
LA CNT-AIT DE CÁDIZ PUDO INAUGURAR AL FIN LA COLOCACIÓN DE LA LÁPIDA PROHIBIDA DESDE 1996

Con casi veintidós años de retraso, y en una ubicación diferente a la solicitada en su día, se pudo inaugurar el pasado sábado, 27 de enero, la lápida que el día anterior habían colocado los operarios del Ayuntamiento de Cádiz en la entrada que da acceso, desde la Plaza de la Libertad, al Mercado Central de Abastos de la capital gaditana, gracias a la colaboración conjunta entre dicha central anarcosindical y la Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento de Cádiz.

La leyenda original, cuya inscripción tuvo que ser corregida y actualizada, rezaba así:

“1936-1996. Esta Plaza fue el centro de reunión y resistencia de aquellos compañeros que dieron su vida por un mundo mejor y en defensa de la libertad. En su memoria nuestro recuerdo. C.N.T.-A.I.T.”.

Según diversas fuentes confederales gaditanas consultadas por nuestra Asociación “Jerez Recuerda”, hemos sabido que, debido al largo paréntesis temporal transcurrido -y una vez que se contó con la colaboración activa de la Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento de Cádiz desde que hace aproximadamente dos meses se volviera a solicitar la colocación de la placa-, se tuvo que acudir a las manos expertas de un nuevo marmolista (el negocio anterior que realizó el trabajo original había también cerrado después de estas décadas) y sobreescribir en la fecha de “1996”, respetando la última cifra para que el daño en la piedra no fuera mayor, y pudiera leerse “2016”: un mal menor para salir del paso y facilitar la sobreescritura sin dañar aún más la placa de mármol... Y un dato a tener en cuenta también para un futuro, a la hora de querer conocer la fecha real de la inauguración de la colocación de la lápida.

El origen del agravio se remonta al mismo año 1996, cuando tras un acuerdo de Pleno de Ayuntamiento se aprueba la colocación de dicha placa en la Plaza de las Flores, en el edificio que hace esquina con Calle Libertad, frente a la Plaza Libertad, por parte de los propios militantes de la CNT-AIT, obteniendo para ello toda la documentación, licencias y permisos oficiales necesarios para dicho trabajo, y contando con la aprobación del propietario del inmueble en cuya fachada iría expuesta la lápida.


Los anarcosindicalistas gaditanos habían programado que el trabajo de colocación de la lápida fuera precisamente el día 18 de julio de aquel mismo año, coincidiendo precisamente con la efeméride del golpe de estado de 1936 y con la resistencia que en aquella misma plaza hicieron los militantes históricos del anarcosindicalismo gaditano a las fuerzas golpistas comandadas por los genocidas general José Enrique Varela y gobernador militar de Cádiz José López-Pinto Berizo.

Con lo que no contaban l@s anarcosindicalistas de 1996 era que el propietario de la finca falleciera días antes de la colocación de la placa y, llegado la fecha de la misma, la viuda se opusiera frontalmente a los deseos del difunto y denunciara ante la Policía el intento de llevar a cabo el Acuerdo de Pleno y la autorización del Ayuntamiento, obligando a los agentes de la autoridad a prohibir el acto que formalmente había sido anunciado con antelación, y que posteriormente el Ayuntamiento de Cádiz -cuyo gobierno presidía entonces la alcaldesa Teófila Martínez (desde 1995 hasta 2015)- se negó a cumplir contradictoriamente dicho Acuerdo de Pleno. 



No pasó desapercibido por tanto el acto del pasado sábado en el Mercado Central, en plena Plaza Libertad, cuya puerta principal acogía a los numerosos transeúntes que la atravesaban, esta vez acompañados de un par de banderas confederales que presidieron la entrada durante todo el tiempo que ocupó el evento que comenzó con unas palabras de presentación del mismo y culminando con el descubrimiento de aquella placa prohibida durante lustros por el Ayuntamiento que gobernó Teófila Martínez.
 
Uno de los portavoces de la CNT-AIT, Benito Vázquez, recordó a los “cientos de compañeros internacionalistas desaparecidos en Cádiz”, entre los que se encontraba el Secretario General, José Bonat, que fue “asesinado por los fascistas a pocos metros de aquí”. De hecho, el edificio de Correos y toda el espacio aledaño al mismo fueron “la zona de resistencia” contra el golpe de estado en Cádiz; de la “poca resistencia que hubo en Cádiz” -matizó-, porque “en realidad no hubo guerra civil”. Según afirmó Benito Vázquez, “lo que hubo fue una masacre. Vino el Ejército que nos invadió, que dio un golpe de estado, y mataron a cientos de gaditanos”...

Criticó el portavoz anarcosindicalista a las voces que acusan hoy en día de “revanchistas” a quienes investigan y recuerdan la memoria de los desaparecidos, de quienes todavía yacen en las cunetas y cementerios, mientras que al mismo tiempo se sigue condecorando y homenajeando a los franquistas porque “en realidad siguen en el poder y siguen con la impunidad de siempre”.

De la misma manera advirtió de la aparición del “fantasma del fascismo” -tanto en Europa como en Cádiz- apoyado “en la ola de corrupción que anega nuestra sociedad”. Reivindicó también las palabras de la figura histórica del anarquista Buenaventura Durruti cuando sentenciaba “o revolución o fascismo”, y afirmó que no era suficiente sostener “la bandera de la solidaridad, de la libertad y de la ética” si no se ponía en práctica estos mismos principios en forma de “unión, acción y autogestión”.

Terminó su intervención parafraseando nuevamente otra cita conocida de Durruti ("llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones") y con el agradecimiento a la corporación municipal actual sin la cual no hubiera sido posible la colocación de la placa que recuerda y homenajea a “aquellos compañeros que lucharon y dieron la vida” y que en el día de “hoy les honramos y les decimos que ellos no dieron la vida en vano”...