El listado de los españoles muertos en campos de concentración nazis publicado este viernes en el Boletín Oficial del Estado incluye a casi sesenta gaditanos. Diez mil españoles deportados a campos de concentración y exterminio nazis por el gobierno fascista del general Franco, de los cuales más de la mitad fueron vilmente asesinados en ellos.
Los gaditanos principalmente fueron víctimas del campo de Gusen, que dependía del de Mauthausen (Austria), donde murieron 47 de ellos. Siete lo hicieron en Mauthausen, tres lo hicieron en Dachau, y otras dos personas en Flosseburg y Hartheim. Todos hombres, hay vecinos de más de 20 municipios, hasta 14 de la Sierra gaditana. De La Línea, aparecen 9 fallecidos, Cádiz capital 5 y de Jerez 4.
En la comarca de la Janda se recuerda a Francisco García Vidal, asidonense que cuenta con una placa en su pueblo. Según se explica en la fue uno de los asidonenses encarcelados tras la represión del gobierno republicano burgués en los trágicos Sucesos de Casas Viejas.
Con el inicio de la Guerra civil española, consigue pasar junto con varios vecinos a la zona antifascista, iniciando un periplo que le llevará hasta Barcelona, siendo nombrado capitán y posteriormente teniente en 1938. Con la caída de la capital catalana, cruza los Pirineos y acaba en uno de los campos de concentración franceses, posiblemente el de Vernet d’Ariége junto con los exiliados confederales de la Columna Durruti, unidad de combatientes anarquistas de la CNT-FAI. Lucha en la resistencia gala contra la ocupación nazi una vez que Francia es invadida Francia, acabando detenido por la Gestapo.
El 7 de abril de 1941 entraría en el campo de exterminio nazi de Mauthausen, el campo de los españoles, junto con varios paisanos de Benalup-Casas Viejas y Alcalá de los Gazules. Por causa del trabajo forzoso y de las malas condiciones, cae enfermo y es trasladado el 20 de octubre del mismo año al komando de Gussen, uno de los subcampos de exterminio que tenía Mauthausen, donde los prisioneros son expuestos a condiciones infrahumanas de frío y hambre. Allí, García Vidal muere el 20 de diciembre de 1941 a los 29 años de edad.
Otro de los jandeños que corrió la misma suerte fue Antonio Lino Reyes, perteneciente al sindicato anarquista CNT (Confederación Nacional del Trabajo). El historiador de Benalup Salustiano Gutiérrez, escribe en su blog de historias de Casas Viejas. sobre él, donde se pueden ver documentos como su certificado de defunción y donde pone que este jornalero libertario era minero de profesión, "seguramente sería porque estuvo nueve meses arrancando piedras y subiendo la famosa escalera de la muerte de este campo austriaco" (Mauthausen), explica.
Lino, miembro del sindicato anarquista, también huyó los guardias del Capitán Rojas en los Sucesos de Casas Viejas de 1933, y como no lo encontraron se llevaron al compañero de su madre a la corraleta de Seisdedos: José Jordán del que poco se sabe.
En la Revolución española de 1936, combatió en la Columna Durruti, perdiéndosele el rastro en la costa levantina desde donde logró huir a Francia donde también es detenido por los nazis. "El miedo que les había hecho huir de Casas Viejas donde Durán y Lino dejaban hijos y mujer embarazada, los fue empujando a estos jandeños por la España en guerra hasta conducirlos a las ratoneras de Mauthausen", añade el historiador Salustiano Gutiérrez.
Dos años antes que empezaran a llegar judíos a los campos de exterminio nazís en 1942 ya lo hicieron antifascistas y anarquistas españoles. Si consiguieron escapar del castigo del régimen fascista español no lo pudieron hacer del nazismo alemán. Parece como si hubiera una condena sobrenatural por el hecho de ser pobres y derrotados. Y en esas cuestiones los campesinos de Casas Viejas siempre han tenido un rol especial. Y no sólo han sido derrotados porque encontraron la muerte, también fueron sometidos a una segunda derrota; la que impone el silencio y el olvido. Pero no lo será por nuestra parte.