Hace ya bastante tiempo que me ronda el pensamiento de que lxs anarquistas tenemos que cambiar el rumbo, no en el sentido ideológico, pues mientras no nos demuestren lo contrario seguimos teniendo razón, sino en la forma de enfocar la lucha en este mundo del siglo XXI, un mundo cuyo futuro está más que en entredicho.
El Capitalismo, principalmente desde la Revolución Industrial, se desarrolla, en una loca y suicida huida hacia adelante, bajo unos parámetros, a parte de los de siempre creando miseria, pobreza y desigualdad, que son contrarios a la preservación del hábitat que nos acoge como una especie viva más. Al Capitalismo sólo le preocupa el engorde de sus cuentas de resultados y el aumento de sus beneficios para seguir adelante en su loca marcha destructiva.
Cada día son más evidentes las consecuencias de la actitud CRIMINAL de aquellxs que dirigen la economía y los gobiernos que la sustentan. Los desastres naturales cada vez grandes y más frecuentes; la desaparición de especies animales y vegetales son alarmantes; la muerte de seres humanos, por culpa de esos desastres y de políticas que los condenan a la miseria, están a la orden del día; el asesinato de pueblos enteros a causa de mantener guerras por intereses económicos están desangrando algunas regiones del planeta y están produciendo éxodos masivos, tanto en África como en América, hacia Estados Unidos o Europa, donde son rechazadxs, muriendo miles en las travesías por tierra o mar. Este es el mundo que el Capitalismo del Desastre nos está imponiendo desde hace ya demasiado tiempo. El futuro pinta muy mal, prácticamente, como auguran l@s expert@s en el tema, no queda tiempo para revertir este desastre al que nos conduce este CAPITALISMO ASESINO. El colapso cada vez es más real y está más cerca de lo que la sociedad piensa. El futuro al que tendrán que enfrentarse las generaciones futuras, ya no tan futuras, es impredecible.
Lo peor de todo lo expuesto anteriormente es que LA SINRAZÓN DEL CAPITALISMO ASESINO ESTÁ ASUMIDA POR LA SOCIEDAD COMO PARTE DE LA VIDA. Y aquí es donde reside el verdadero problema. La sociedad es incapaz de reaccionar contra todo esto que juega en contra suya, a pesar de que la información del desastre está a disposición de cualquiera y se habla de ello, prácticamente cada día, en todos les medios de “comunicación del propio Sistema”. La sociedad está tan adormecida que es incapaz de reaccionar contra todo lo que tiene y se le viene encima.
Ahora, en el siglo XXI, hoy, vemos como hablar ya de luchar por miserables subidas de salario, una hora más o menos de trabajo, o toda clase de pequeñeces que se nos puedan ocurrir, no tiene el menor sentido para la mayoría de la clase obrera y el pueblo. Los han educado y adoctrinado para malvivir asumiendo un mercado de trabajo que es el que es y “o lo tomas o lo dejas” (y la crisis provocada en el 2008 ha servido para hacer del mundo laboral una balsa de aceite y apuntalar esa doctrina perversa del Capitalismo). En apuntalar toda esta gran mentira han colaborado todos aquellos sindicatos obreros que viven y participan del Sistema a cambio de unas migajas que el Estado y las Patronales les dan.
L@s anarquistas y l@s anarcosindicalistas seguimos teniendo razón, hoy como siempre, en la lucha por la consecución de un mundo y una sociedad más justa. Pero hemos llegado a un punto de, prácticamente, no retorno. Y hay que dejarse de tantos personalismos que nos dividen, sobre todo en el sindicalismo, y que sólo benefician a los intereses del Estado y el Capital. No hay que buscar tanto sindicalismo sin más, como much@s pretenden, y dedicarnos al sindicalismo revolucionario que siempre nos caracterizó. Hoy, como siempre y más que nunca, necesitamos unir y unir, porque de nada servirá, si realmente nos decimos revolucionarios, estar tod@s desperdigad@s y trabajando y luchando cada un@ por su lado. Las luchas parceladas por temas, como ocurren desde hace mucho tiempo, le vienen bien al Sistema para hacer ver a la Sociedad que hay “democracia” y “libertad”. Pero no nos engañemos, sólo será posible acabar con esa ínfima parte de la Sociedad que detenta los diferentes poderes cuando los pueblos sean capaces de organizarse y no dejar títere con cabeza, sólo así se acaba de facto con esa pequeña banda de Terroristas que ahogan y asesinan a la mayoría de los seres humanos y al Planeta. Debemos l@s anarquistas, tenemos la obligación, de ser capaces de llevar a la práctica nuestras ya cacareadas consignas a la sociedad de “UNIÓN, ACCIÓN Y AUTOGESTIÓN” para, con toda la sociedad, parar lo que el CAPITALISMO ASESINO nos están echando encima. Debe nuestra labor centrarse, principalmente, en la lucha por la preservación del hábitat que nos acoge a todas las especies del planeta. Si la naturaleza se revela, como ha ocurrido en otros períodos anteriores, hará desaparecer, que será su acto revolucionario contra toda la insensatez humana desplegada, todo lo que le venga en gana. Las consecuencias que se pueden derivar de ello no lo sabemos, pero que serán terribles es seguro.
Sabemos que llevar este discurso a la Sociedad nos traerá respuestas, por parte de ésta, que ya nos son conocidas: que somos unos catastrofistas, que siempre estamos igual, que nada nos parece bien, etc. Pero esto no nos importó nunca, pues cuando nuestr@s compañer@s de otras épocas llevaron nuestras propuestas a los centros de trabajo también se les recibió con reticencias y, con el tiempo, lograron que el discurso anarquista calara en la mente de la clase trabajadora. Ahora la idea que tenemos que trasladar a l@s trabajadorxs ya no es la lucha por arrancar pequeñas migajas al Capital, sino la de la supervivencia en el Planeta, lo cual nos afecta como sociedad humana y como una especie más.
De un tiempo a esta parte están surgiendo movimientos, a nivel planetario, sobre todo de jóvenes, que se manifiestan, porque ven que se les está hipotecando el futuro, y luchan contra el Calentamiento Global de la Tierra. Cada vez hay más conciencia entre l@s jóvenes sobre este tema, pues ell@s son el futuro, y hay que luchar porque este tipo de movimientos, como por ejemplo el del 15M, no caigan en manos de los aprovechad@s de turno y lo reconduzcan hacia la política, como está ocurriendo con las mareas pensionistas, o hacia otros estamentos que el Poder y el Sistema sea capaz de sacarse de la manga.
LA IDEA DE UN MUNDO MEJOR, MAS SOLIDARIO Y MÁS JUSTO PARA TOD@S SÓLO ES POSIBLE SI ESE MUNDO NO DESAPARECE. HAY QUE SEGUIR LUCHANDO CONTRA EL CAPITALISMO ASESINO Y CONTRA LA FALTA DE CONCIENCIA QUE LAS SOCIEDADES PADECEN GRACIAS AL ADOCTRINAMIENTO DE LA EDUCACIÓN Y DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE EL SISTEMA TIENE.
Rafael Sánchez García
"Orto". Revista cultural de Ideas Ácratas