La avalancha de datos y de estudios hace irrebatible el hecho del cambio climático y que el entramado corporativo-capitalista tenga que aceptarlo. Ahora toca sacar provecho y convertir en una mercancía banal la acción en contra, en mercancía comercial y política para continuar extendiendo la dominación.
El desastre climático y sus impactos sobre la salud, la economía, los ecosistemas … se han convertido en instrumentos para extender y profundizar la dominación a todos los niveles de la vida (no sólo la vida humana) del planeta. La angustia y la culpa se extienden y sirven a los intereses del sistema.
El sistema tecnoindustrial capitalista ha convertido la tierra, el aire y el agua en un infierno para millones de personas oprimidas, para miles de especies no humanas, animales, vegetales, y parar los ecosistemas. Los resultados de la dominación climática y su mercantilización supondrán el empobrecimiento y la alienación de la mayoría del mundo vivo, la destrucción de la biodiversidad y miles de vidas humanas.
Toda esta mercantilización gira alrededor de una responsabilidad «compartida» por todos, compartida como consumidores, y compartida para permitir que los políticos del estado, de Cataluña, los ayuntamientos … lleven a cabo políticas devastadoras mientras escenifican simulacros como las declaraciones de emergencia climática.
Nunca se identifican los responsables reales: el sistema capitalista, el estatal y el tecnoindustrial que son los causantes evidentes del cambio climático.
QUÉ SON LAS FUENTES DE EMISIÓN DE GASES DE EFECTO INVERNADERO? Y QUIÉNES SON LOS EMISORES ?
Cabe destacar que el 79% de los gases de efecto invernadero provienen directamente del sistema tecnoindustrial (la generación de energía, el transporte, la industria y la agricultura industrial) y sólo el 11,5% proviene del sector residencial y comercial. La mayor par de este 11,5% incluye las necesidades y estímulos al consumo, generadas por el propio sistema tecnoindustrial.
Los porcentajes de emisiones son muy discutidos, los lobbies industriales quieren, minimizar las responsabilidades de cada uno, y cargar el porcentaje a los demás Así, a nivel mundial, la producción de energía, la industria y el transporte se atribuye un 68% , 11,3 la agricultura y 11,5 el comercial y residencial (IPPC 2014), otras fuentes adjudican a la ganadería 14,5% (FAO 2013) (la producción, procesado y distribución de alimentos sería el 25%). Como se puede ver los valores son muy variables pero queda claro que el sistema tecnoindustrial genera, al menos un 80% del total de emisiones.
En Cataluña las cifras son similares, industria, transporte y generación de energía es 74%, la agricultura el 11% (en contradicción con la evaluación de la FAO) y el sector residencial un 6%. Los medios de comunicación desvían la atención, ocultan las responsabilidades del sistema y desvían las culpas sobre la población en general, los culpables son las víctimas de la tiranía del consumo, quienes emiten este pequeño 6%, los pobres que viven en viviendas mal aislados, los trabajadores que tienen que desplazarse a polígonos lejanos sin transporte público, los desfavorecidos que consumen alimentos industrializados superprocesados y que no compran en la eco-tienda por barreras económicas (el precio), culturales y sociales.
Hay otras estrategias tramposas para culpabilizar a la gente y para convertir en mercancía esta culpa, por ejemplo en el uso de los plásticos. La mayor parte del plástico (el propileno y el polietileno) procede del petróleo, el 90% del plástico va directamente a usos industriales. Poco más del 10% se convierte en productos para los consumidores en general, pero nos dicen que las responsables de todo son las pajitas de los refrescos y las compresas, no hablan de las piezas de máquinas y aparatos, los embalajes industriales … o tantos usos necesarios para la perpetuación del sistema.
El cambio global ya tiene efectos directos y graves, cada vez más extendidos, y los más desfavorecidos son los primeros que sufren las consecuencias, pobres, habitantes de los países colonizados, mujeres, trabajadores, criaturas … Ante esto, los bomberos profesionales de los conflictos: recuperadores de revueltas, jueces, domesticadores de salvatgismes, se están anticipando a las reacciones frente a los efectos que vamos a sufrir por la devastación provocada.
EL ACAPARAMIENTO CAPITALISTA DE LOS RECURSOS AGRAVA LOS EFECTOS DE LA DEVASTACIÓN CLIMÁTICA
Ante la amenaza real de la devastación, el capitalismo con sus estados «desarrollados», quieren evitar los efectos y a la vez especular con ellos, acumulando recursos. Tierras agrícolas de todo el mundo, minerales raros o imprescindibles para la industria … y sobre todo AGUA, que es una materia insustituible e imprescindible para la vida y para el funcionamiento de los ecosistemas.
Alrededor del agua, y previendo la creciente escasez, se ha generado un intenso proceso especulativo. Los fondos de inversión buitres ya han puesto la mirada sobre ella a través de Fondos Cotizados de Inversión; los 13 fondos más importantes en el campo del agua acumulan 8.384M € sólo en patrimonio y garantizan rentabilidades extraordinarias y continuadas. Según los desaprensivos de «Standard and Poors» el mercado del agua tendrá en 2020 un valor de un billón (europeo) de euros.
Todo este mercadeo obsceno y cruel es basa en la imposibilidad de acceso al agua de cientos de millones de personas, de las que 2.000 millones se abastecen de agua con contaminación fecal. Nos podemos imaginar el desastre del resto de seres vivos.
EL CAPITALISMO HA PROVOCADO LA DEVASTACIÓN CLIMÁTICA, Y AHORA NOS QUIERE HACER PAGAR LOS REMEDIOS !! … Y SEGUIR ACUMULANDO GANANCIAS.
Es inverosímil pensar que decenios de explotación, de deforestación, de destrucción de ecosistemas, de envenenamiento de los suelos, del agua y del aire, de generación y vertido de residuos, de emisión de gases de efecto invernadero y de extracción de materiales, no tendrían ningún efecto. Efectos que sufriremos y pagaremos los de siempre. Pero también es inverosímil pensar que la codicia, la avaricia, la prepotencia, la soberbia, la falta de escrúpulos y el afán de dominación del capitalismo y el sistema tecnoindustrial cederán ante las necesidades de las personas, de los ecosistemas y de la tierra. Sólo una revuelta, una insurrección generalizada que los destruya podrá detener y remediar la devastación de la tierra y poner fin a la devastación climática.
Dentro de la lógica de la dominación y de la división territorial (estatal) del mundo, hay una jerarquía que viene de antiguo, es una jerarquía histórica que hunde sus raíces en la colonización y que se expresa como imperialismo o neocolonialismo (UE , EE.UU., Rusia, China …), donde los sometidos (menos las élites económicas y / o culturales de los países dominados) ocupan una posición subalterna y más vulnerable frente el cambio climático, al margen de su posición dentro de la jerarquía mundial de los estados donde viven.
¡MIENTRAS HAYA CAPITALISMO LA DEVASTACIÓN SEGUIRA!
De hecho capitalismo es sinónimo de cambio climático, desde sus orígenes hasta ahora mismo. Con la nocividad sobre los trabajadores de las industrias, con el hollín, el humo y tóxicos diversos sobre los barrios y poblaciones obreras, desde la Inglaterra del siglo XVIII y XIX, hasta el Bangladesh o China del siglo XXI; nocividad extendida sobre todo el planeta y en la que habrá que añadir los tóxicos de la agricultura industrial y los efectos del cambio global generado.
El cambio global afecta sobre todo a los pobres, son los más afectados por los fenómenos meteorológicos extremos (tifones, huracanes, inundaciones, sequías …), la subida de nivel del mar y el aumento de nuevas enfermedades relacionadas con la temperatura …
Mientras que los ricachos no sólo escapan a sus efectos (disponen de tecnología y control sobre el territorio), sino que sacan provecho: nuevas inversiones millonarias en energía «renovable», obras públicas milmillonarias de prevención de los riesgos (protección de costas, obras hidrológicas, renovación de los sistemas de comunicaciones …). El control de desplazamientos de poblaciones causadas por el cambio climático, (fronteras, campos de refugiados, CIES, deportaciones, ..) también da abundantes beneficios a las industrias del complejo militar / industrial y político.
Todo ello una vez más el «negocio del siglo», del siglo XXI y con lo que quede del siglo XXII. Seguramente los dominadores de la tierra tienen algo reservado frente a las crisis futuras, una especie de habitación del pánico, que en rasgos generales supone seguramente militarización, control social, político, policial, y «naturalmente», más opresión y más dominación.
Se suele considerar que un 1% de la población mundial invierten más del 50% de los recursos, en otras valoraciones; se dice que un 5% consume más del 90% de la energía … Son evaluaciones discutibles, pero todas en el mismo sentido, una minoría insignificante se apodera de una gran parte del pastel. Es fácil imaginar que si el consumo de materia, de alimento y de energía de un 5% de la población mundial igualara a la del resto se podría revertir el cambio climático, pero es inverosímil que ese 5% renuncie voluntariamente a sus privilegios, así que, tomando la metáfora del barco a punto de hundirse, este 5% es el porcentaje que deberá bajar si no se conforma.
Indudablemente oponerse a la dominación económica, cultural, oponerse a la devastación y a la destrucción de la tierra, oponerse al tecnocapitalismo y a los estados tendrá un coste, un coste por las personas y por los ecosistemas, pero, como se decía durante la revolución social de 1936, «no nos importa heredar un mundo en ruinas, porque llevamos un mundo nuevo dentro de nuestros corazones».
En New York este septiembre y diciembre en Santiago de Chile se deben reunir los poderosos del mundo. Protegidos por fuerzas policiales, militares y por las agencias de seguridad estatales y privadas. Se juntarán los capitalistas más sanguinarios y sus jefes de estado más serviciales, los burócratas más malvados, los tecnocientíficos más desaprensivos, los militares más brutales …
Todos ellos son la primera clase del trasatlántico, SON LOS QUE DEBEMOS TIRAR POR LA BORDA !!
La semana del 20 al 27 de septiembre es sólo un hito para el ecologismo liberal y estatista, pero para aquellos que aspiramos a la eliminación del Estado, del capitalismo patriarcal y su ideología clasista, es una oportunidad para desbordar los estrechos márgenes de la domesticación e iniciar una vía autónoma, anticapitalista y anarquista contra la nocividad tecnoindustrial.
BLOQUE ANARQUISTA EN LA MANIFESTACIÓN POR EL CLIMA
Viernes 27 de septiembre.
En la Cuesta de Moyano, Atocha, Madrid.
Fuente Revolución ecoSocial. Grupo anarquista Higinio Carrocera